Ya me he acabado un libro de los de la biblioteca. Corre una brisa muy buena por la ventana aunque dicen que mañana va a hacer malo. La vida se viste de un solo color para que la despreciemos un poco. La vida no es coqueta, es como una mujer recia y enojada que se pone delante de nosotros para hacernos ver que somos pequeños y torpes en la resolución del día que nos toca vivir. Pero, aún así, todo fluye esta mañana alimentada por los ruiditos breves que hacen los viandantes por la ciudad. El libro de la biblioteca hace ganar al bueno, al detective de turno que investiga un caso de odio y de emociones fuertes. La pena cae gota a gota, no de golpe, para que el daño sea menor. Ya la luz del mediodía nos alumbra. Alabado sea el sol que abre una puerta de esperanza a los pobres que habitamos la Tierra. A la una hay conversación en el parque. Iré y maltrataré solo de palabra a la mañana, a la tarde y a la noche que vienen con la soledad altiva de un mundo tranquilamente feroz como un lobo.
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