Habrá gente que se dedica plenamente a las finanzas; o sea, a sacar dinero de donde pueda y como pueda. Pero yo no entiendo una vida dedicada al dinero. Podemos pensar que ese tipo de personas financieras tienen de todo y van donde quieran y cuando quieran, mientras le dejen las finanzas esas a las que se dedican. Pueden estar en Montecarlo y si no les gusta Montecarlo pueden coger un avión e irse a Miami, por ejemplo. Pero su vida ya está marcada por el dinero, por su color y su olor a tinta. Es difícil hacerles pensar en otra cosa que no sea el dinero y todas sus "transacciones sentimentales" las entienden por medio del dinero: mi mujer vale esto, mis hijos valen esto; estas son sus verdaderos pensamientos que el dinero ha ido modulando en sus cerebros. Otra gente, sin ser experta en cuestiones financieras, también piensan así, lo que pasa es que esta vez es en "pequeñito", en porciones menudas de dinero, pero lo piensan también así porque todo para ellos es temporal y se acaba aquí, en la Tierra, cualquier cosa que ellos ven. No piensan en lo ultraterreno o lo sentimental en ningún momento. La verdad es que esta gente lo pasa mal porque lo que tiene alrededor no le sacia, no le llena de placer y desea vivir otra vida con más medios.
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