La cita me parece que nos la dieron por SMS el jueves: que fuéramos el domingo día 6 al Wizink center (Palacio de los deportes) a las 5 de la tarde para vacunarnos de la Covid. Así que nos fuimos el domingo por la mañana del pueblo muerto que es mi pueblo de Segovia, Zarzuela del Monte. Por ese entonces, mi madre no se quejó de la boca por la prótesis dental que le pusieron el miércoles pasado. Pero ya el domingo empezó a quejarse. Hoy por la tarde, le he dicho a mi madre que me enseñe la boca y he visto que tiene la encía de abajo en carne viva. No me extraña que le duela. Está a base de paracetamol y se enjuaga con agua y sal, pero está muy molesta y a mí no me extraña. Hay un señor en Majadahonda que hoy mismo por la mañana, me ha hablado de lo mismo: de su dentadura. Es un suplicio. Esta mañana he llamado al dentista y me ha dado cita para el jueves a las 10:30. Mis padres se defienden a sus 90 años, mi padre prepara la comida, mi madre tiene olvidos y achaques. Ellos cuidaron de mí, yo debo cuidar de ellos. Vengo de su casa de verlos: mi madre lo pasa mal y mi padre lo pasa mal porque mi madre lo pasa mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario