Dentro de 7 días, llega el verano. Ya no llega el verano de antes, de cuando yo era profesor. Tampoco llega el verano de cuando yo era estudiante. Llega un verano un poco insufrible: el del pueblo con mis padres nonagenarios, que empiezan a tener olvidos o están incapacitados para las cosas del día a día. Yo podría cocinar para ellos en el pueblo como cocino para Paco y para mí, pero no confían en mí, parece ser. El año pasado me acuerdo de que nos fuimos por el 15 de julio al pueblo, creo. A ver este año. Todo depende de lo que decidan mi hermana y mi padre. Yo llevo lectura para el pueblo, lo último de Javier Marías. Un tocho. He cogido dos libros de la biblioteca. Uno es de Antonio Prieto, que es gran conocedor de la poesía de Garcilaso de la Vega y es también novelista. Este libro se titula "La metáfora inacabada" y no es largo. El otro se titula "Lealtad" y es de una italiana. A ver si me los leo. Ayer pegué un buen golpe a "La metáfora..." Cuenta historias antiguas, de familias. Bueno, la vida no es como una la quiere, sino como venga. Al final, todas son tortas en vez de pan y todos a callar y a hacer caso a lo que venga y, si se puede disfrutar de alguna canción o de algún respiro, bienvenido sea.
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