Ayer fui a Las Rozas y quedé con mi sobrino, su pareja y mi sobrino nieto. Nos reímos con el sobrino nieto, siempre una sonrisita en su cara bonita. No tanto con ellos dos. Se estaba hablando del taxi o de política, no me acuerdo y salta la pareja de mi sobrino: "pues he oído que un anciano ha dado su herencia a una chica y luego la han matado". ¿A qué viene eso? Las herencias, ya estamos con las herencias. Paco habló de los caza herencias, que existen y yo hablé de unos tíos míos a los que no va nadie a ver. ¿A santo de qué se mete esa a hablar de herencias? ¿A ver si decimos algo Paco y yo de la nuestra para ellos? Está visto que la tal noticia es un invento. La chica es buena, pero dime con quién andas. Otro rollo es que mi sobrino dice que mi padre se gasta 8000 euros al mes. Pero, ¿de qué van? ¿Al despiste? No los vuelvo a llamar por mentirosos, avariciosos e interesados. El único que merece la pena en ese conjunto es el niño. Además, fuimos a matacaballo, como si fuéramos a apagar algún fuego. Yo doy a quien me da.
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