Ya viene el verano con sus zalamerías
de vida feliz y noches largas
mas no yo que perseguiré en los calores de agosto
a las Musas para preñarlas
y que den su poético fruto
hecho de dulces palabras
que canten los aconteceres nunca inventados
de unos personajes amables.
Yo, ante la pantalla del ordenador
me dejaré las pestañas
en horas amargas
para que surja la acción, las costumbres
y el oro de la fama
de las criaturas que están detrás del alma.
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