Se me ha juntado lo del asado de la berenjena, de resonancias cervantinas, con lo dela selección, de resonancias resonantes. El tiqui taca, vamos, que a mí no me gusta mucho, es muy aburrido. Ahora voy a ver la segunda parte a ver si gana España y luego me voy a dar una vuelta por este viernes que ya no es como antes pero bueno, algo tendrá. Quiero acabar pronto esta reflexión porque ya ha empezado la segunda parte pero no me salen ideas que den lugar a una descripción de lo raro que ha sido este viernes de fregar y cocinar y llover y hacer sol. El caso es que tampoco escribo mucho estos días de atrás y lamento ser un escritor que no escribe pero que piensa mucho el arte de escribir. Me estoy leyendo en el hospital "la calle de las camelias", no la dama, la calle, que es de una autora catalana. La historia es de una pobrecilla que lo pasa muy mal con amantes y latrocinios y pobreza a raudales. No tiene padres y su vida es muy triste y parece casi verdadera de lo bien contada que está.
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