Me dice el horóscopo que surge ante mí una etapa de esplendor, de felicidad a espuertas y que nada ni nadie va a ser capaz de quitarme la ilusión de vivir esa época dorada de mi vida. Pero yo voy a ser más listo y ante manifestaciones tales de euforia para mi futuro, pienso aburrirme como siempre, estar triste, aliarme con Plutón si fuera necesario para no dar pie a un engaño. Mi vida no es un lecho de rosas ni tampoco una explosión de alegría así que no me voy a creer el horóscopo, seguiré creyendo que mi vida es tan oscura y gris como una puta oficina, seguiré creyendo que mi vida es como yo quiera que sea no como lo diga el horóscopo que solo leo para entretener un par de minutos al día y como yo puedo realmente poco sobre mi vida, mi vida va a ser sencilla, aburrida, casi maloliente. Dejaré a otros que disfruten de sus camisas de 200 euros, sus cubatas de 15 euros y su vida desfasada como la de el fantasma de Canterville que ni era fantasma ni de Canterville.
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