Había un cuento de Herman Hesse en el que describía un bosque. Más tarde, acudían los pioneros y construían unas casas, luego venía el médico, el maestro y la industria. La ciudad empezaba a tomar color. Más tarde una red ferroviaria comunicaba la ciudad con otras muy lejanas. La industria empezaba a florecer. Entonces un obrero dice: "esto marcha". Luego empieza poco a poco la decadencia de la ciudad: hay guerras, no hay trabajo, se marchan los médicos y los maestros, se marcha el dinero. Las últimas casas parecen las casas de unos indígenas. El bosque, al final, lo cubre todo. Las plantas y los árboles ciegan la vía férrea y los restos de las fábricas. Un pájaro, subido en un árbol dice: "esto marcha".
Este cuento muestra la estructura cíclica de los procesos humanos y de la naturaleza. La economía también sigue unas "leyes cíclicas" de las que dependemos. Ojalá el crecimiento que se avecina no sea tan chapucero y desmadrado como el anterior.
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