Desde el miércoles, día 9 de abril, hasta hoy mismo, martes día 14, me he dado cuenta de lo mal que funciona el Hospital Puerta de Hierro. Resulta que ese miércoles, mi madre ingresa por recomendación del médico de cabecera en urgencias y tras toda la tarde y noche esperando hasta casi la una de la madrugada, le dan el alta a mi madre y nos la traemos a casa. El jueves ya estuvo mal otra vez y a eso de las cuatro de la tarde, la volvemos a traer a urgencias. Mi madre y mi hermana se tiran casi dos horas esperando sin que las atiendan, ya dentro de urgencias. Mi hermana escribe una reclamación. Menos mal que a eso de las dos de la madrugada, le dan a mi madre una habitación. Le hacen pruebas y ayer lunes, todo fue descoordinación y confusión: primero nos dicen que se irá a casa mi madre, después que no y por la tarde nos dicen que la operarán. La operaron ayer pero ya no me fío de nada aunque los cirujanos, que no se dirigieron a los familiares en un primer momento, como debe ser, dijeron que la operación ha ido bien. Todo una falta de coordinación y sensibilidad ante una enferma de corazón a la que en muchos momentos no parecía tal enferma.
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