De los trenes que parten lejos
nacen en la estación sueños dorados.
Las nubes grises dan paso
al asombro cierto de la lejanía llena de sol.
En las playas en verano
hay una levedad de carne que brilla como las olas.
En un lugar de oriente
sopla un viento de verdades coránicas.
En el asfalto negro
viven los deseos de ver el mar.
Y en mi alma,
en el fondo de mi alma
mueren los días sin decir nada, sin decir nada.
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