Este año no es como el anterior. El año pasado yo estuve con un sueño irregular, con bruscos cambios de ánimo, molestado por las estupideces de mi hermana, con una fase maniaca en las vacaciones de Soria. Me han subido una medicación de 2.5 a 15 miligramos y parece que ha surtido efecto: duermo mejor, estoy más estable. La psiquiatra dijo, cuando me subió: es que 2.5 es una dosis propia de un adolescente. Entonces, ¿por qué no la subió antes? Recuerdo que muchas noches una pesadilla me levantaba a las 3 de la madrugada y ya no dormía hasta las 6, hora en que me iba a un bar a desayunar. Estas anomalías las tengo escritas en este blog. Luego vinieron las vaciones a Soria. Subiendo a la Laguna Negra, me dio una fase maniaca que fastidió mucho a mi hermano, que temió por mi salud mental. De esa experiencia, mi hermano decidió no pasar vacaciones este año a ningún lado. Luego vino el sainete de la gotera en casa de mis padres protagonizado por mi hermana y mi cuñado, que consistió en que, aprovechando el arreglo de una gotera en casa de mis padres, pretendieron que nos fuéramos al pueblo para regresar al día siguiente: cosas de gente que no está bien de la cabeza. Para remate, en septiembre, lo de la reunión.
Paco y yo hemos discutido este año por lo de mi sueño irregular, que le despertaba a él de rebote.
Pero bueno: miraremos al futuro después del ingreso último de mi hermano y veamos la manera de pasar la vida tranquilos como corresponde a dos enfermos mentales que viven juntos, que no es nada fácil y más difícil, si tienes a la mosca cojonera de tu hermana fastidiando todo lo que puede.
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