lunes, 15 de junio de 2020

El siguiente poeta a comentar es Gabriel Celaya. La antología dice de él que es poeta extenso, variado e inquieto. Su trayectoria puede etiquetarse de neorromántica, superrealista, social y personal.
Es el más representativo de los poetas que cultivaron la poesía social. En el poema a comentar manifiesta su solidaridad con el hombre común y la negativa al arte evasivo.

                                     AVISO


La ciudad es de goma lisa y negra,
pero con boquetes de olor a vaquería,
y a almacenes de grano, y a madera mojada,
y a guarnicionería, y a achicorias, y a esparto.

Hay chirridos que muerden, hay ruidos inhumanos,
hay bruscos bocinazos que deshinchan
mi absurdo corazón hipertrofiado.

Yo me alquilo por horas; río y lloro con todos;
pero escribiría un poema perfecto 
si no fuera indecente hacerlo en estos tiempos.

De: "Tranquilamente hablando".


En el instituto y en la carrera, nos hablaban de este poeta y también de Blas de Otero. Representaban la poesía social.
En este poema se describe con nombres la ciudad. Me gusta el verso "mi absurdo corazón hipertrofiado": suena muy bien, con mucho ritmo y extrañeza del adjetivo aplicado a corazón.
La clave del poema está en el último terceto que dice que el poema perfecto es pura recreación inútil del poeta. Por eso, Celaya habla del pueblo y de la gente común pues esa es su obligación de poeta social.
Habla de la ciudad en los primeros versos usando el verbo impersonal "Hay". Y es una imagen muy bonita le de los bocinazos que deshinchan el corazón.



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