martes, 9 de junio de 2020

El siguiente poeta que aparece en la antología es Leopoldo Panero. En este autor se da la radical soledad humana, el paisaje humanizado y un tono meditativo y conversacional.

                                               SOLA TÚ

Sola tú junto a mí, junto a mi pecho;
solo tu corazón, tu mano sola
me lleva al caminar; tus ojos solos
traen un poco de luz hasta la sombra
del recuerdo; ¡qué dulce,
qué alegre nuestro adiós...! El cielo es rosa, 
y es verde el encinar, y estamos muertos, 
juntos los dos en mi memoria sola.
Sola tú junto a mí, junto al olvido,
allá donde la nieve, la sonora
nieve del Guadarrama, entre los pinos, 
de rodillas te nombra ...

Parece que habla de una persona ausente o muerta del género femenino por lo de "!qué alegre nuestro adiós".
Dice también: estamos muertos, aunque no esté muerto el poeta. A lo mejor la muerte de esa mujer le hace sentir muerto al poeta.
La nieve de rodillas te nombra: es una imagen muy sencilla pero muy bonita sobre el recuerdo de su nombre y lo sagrado, ya que estar de rodillas supone rezar o adorar. Supone el poeta que la nieve hace recordarle a la mujer ausente.
Es un poema también sobre la soledad del poeta al rememorar a la mujer y lo solo que le ha dejado.
Sola tú junto a mí, junto al olvido: la muerte trae el olvido pero ella estará siempre junto al poeta.
Pero lo que más me ha gustado del poema es la imagen de la naturaleza que se postra ante el recuerdo de ella:

La sonora nieve del Guadarrama, entre pinos, de rodillas, te nombra.




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