miércoles, 13 de septiembre de 2017

No he sabido valorarme: valorar lo que he hecho en mi vida y estar orgulloso de mis hechos. Creía siempre que cualquiera era mejor que yo. Me humillaba demasiado.
La verdad es que tiene mérito hasta dónde he llegado y cómo me mantengo. Otros en mi lugar habrían tenido demasiadas dependencias malas.
Yo y mi hermano vivimos independientes de mis padres y eso es importante tratándose de dos enfermos crónicos como somos.
No me puedo ni imaginar lo que hubiera sido vivir con nuestros padres: eso sí que hubiera sido una locura. Conseguí todo al aprobar la oposición. Ese fue mi gran triunfo, mi gran hecho.
El otro día vi una película en la que el abuelo de la familia, en su lecho de muerte, habla de que en la vida no hay que decir muchas cosas sino que la vida se basa en hechos. Cuánta razón.
La vida te da o te quita pero en la vida tú puedes conseguir cosas si te lo propones, no solo la vida es algo para quedarte mirando a ver cómo pasa.
Yo no me he quedado mirando la vida. He intervenido en ella. He ejecutado hechos que me han valido para mi presente. Soy lo que he hecho de mí.

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