Lo recuerdo muy bien: la ola de calor de este verano entró el día 29 de Junio, lunes, nada más llegar yo del pueblo. Esa semana se pasó más o menos mal pero se pasó. Sin embargo, la siguiente semana, esta que estoy viviendo, desde el día 6 lunes, se me está haciendo larguísima porque parece que estoy encerrado prisionero en mi propia casa por el maldito calor. Ha dicho el hombre del tiempo (ya no sé si se llamará así a ese hombre) o meteorólogo de la televisión que hasta el día 12 habrá gran calor y que a partir de ahí, habrá calor pero no tan abundante como anteriormente.
Esperemos que sea así porque no sé ya qué guisar. Estoy harto y cansado de hacer ensaladas de esto y de lo otro. Estoy harto de que el único tiempo del que dispongo sea desde las 8 de la tarde en adelante, estoy harto de dormir mal, estoy harto de estar en la cama todo el resto del tiempo, dándome duchas ye estoy harto del calor inmenso y asesino que hay fuera de casa que no nos deja vivir. Esto es lo que trae tanto coche y tanto ir y venir con él: el cambio climático. Ahora os jodéis todos los que ibais al bar, al súper, al colegio, a la peluquería, al ambulatorio, a la mierda en coche contaminando.
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