Hay un anuncio en el que uno está volando en parapente y otro surfeando el mar. Se muestran estas imágenes y vemos cómo disfrutan esos dos señores. Luego dice el anuncio: "aprende a vivir" y te vende un coche. Sí, señor. Hay que aprender a vivir y también a morir, que de eso se olvida el anuncio. Viviendo vamos muriendo como dijo Quevedo así que aprendemos las dos cosas a la vez. No hace falta que tal cosa la dijera Quevedo para ser verdad: es que es verdad. Este verano se me está haciendo muy largo entre olas de calor y hacer lo mismo todos los días. Yo tendría que aprender a vivir y tirarme por un puente (atado, eso sí) y hacer parapente como los que saben vivir. Los del anuncio nos dicen que aprendamos porque se ve que no sabemos, que somos unos ignorantes de la vida y de cómo se vive esta. Los del parapente, con esas cosas que hacen en el aire YA saben vivir y nosotros hemos de aprender de ellos pues somos unos estúpidos de la vida. El anuncio nos llama ignorantes de la asignatura más fuerte: de la vida. Y se quedan tan anchos.
El que te llame ignorante tiene mucho que aprender.
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