Hay quien duda del cambio climático porque se pasa la mayor parte del verano metido en en el bar con aire acondicionado, como dice Julio Llamazares que le pasa a un amigo suyo de León. Pero sí que lo hay. Vaya que lo hay. El lunes pasado fue un día histórico de calor. Quedará en los anales. Lo que yo digo es que si la hierba en el campo dura verde menos de un mes, habrá una serie de animalitos que ya no podrán vivir. Los saltamontes, esa figura graciosa y diminuta de los campos ya no la he vuelto a ver.
Y así con todo. Todo se va muriendo porque el clima riguroso y asesino así lo quiere. Incluso mueren personas mayores que no llegaron a tiempo al Carrefour a meterse al fresquito.
La vida es una sinrazón. Al ser humano le acosan diversos males desde hace mucho tiempo pero nunca le había acosado el clima loco de estos tiempos y creo que no sabemos muy bien qué hacer. Lo hemos provocado, el cambio, pero no sabemos qué hacer con los cambios. Los cambios políticos los podemos prever pero el cambio climático se nos escapa. Lo habremos de sufrir como sea.
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