Me pregunto si es vano preguntarnos por la vida,
esta vida que vivimos a la fuerza,
de la que no nos libramos aunque Dios quiera.
Y me pregunto también quién es Dios y si es vano preguntarme quién hizo estas que dicen maravillas que yo no veo ya hace mucho tiempo, estas creaciones.
Y vanamente saco unas conclusiones tan pobres que no valen para despertar cada día y ver esto que veo.
Porque los hombres no estamos para sacar conclusiones de Dios tan fácilmente ya que Dios se nos oculta en todo lo que vemos y sentimos.
Entonces toca vivir como un peón de rey que avanza una casilla.
Quizás Dios nos esté mirando si es que tiene ojos.
Quizás la vida nos esté mirando si es que presta atención.
Mientras tanto lanzamos preguntas que se rompen contra el muro de la muerte.
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