La lectura es algo sin igual. Claro que hay divertimentos o espectáculos como el cine o el teatro que nos hacen evadir o vivir las aventuras o sentir una catarsis. Pero todo esto nos lo puede hacer experimentar un buen libro. Este verano que viene tan raro, sin calores excesivos, yo me he decantado por la lectura. Al principio es algo duro, es como abrir un melón que no sabes qué calidad va a tener pero todos los libros suelen tener algo bueno, como dijo Cervantes. Es duro proponerse sentarse en un sillón y ponerse a leer pero una vez hecho este acto sedentario y luminoso, todo nos llena de admiración: la expresión de los sentimientos y pensamientos del autor o del personaje, la acción, la dureza que muestra el ser humano con el mismo ser humano (la literatura cuenta eso, lo malos que somos con el semejante) y las muestras de amor o de misericordia de otros personajes, etc, etc, etc. Cualquier pasión vale para dar forma a un libro. Viva la literatura.
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