miércoles, 28 de noviembre de 2018

La vida va pasando sin grandes triunfos ni derrotas. Los que quieren mandar lo hacen a base de mentiras. Los que queremos vivir en paz y armonía vemos cómo todo está mezclado y confuso. El sesenta por ciento de la gente que puedas conocer es lo que se llama tóxica. La gente está como putas regaderas. El que no cojea de un pie, cojea de la cabeza. La vida se arrastra como una serpiente triste ante los poderosos, que mienten y no son honrados. Da mucha pena ver cómo los móviles sustituyen a las personas, cómo la gente no está para nadie y así, confusa, no ve la realidad de las cosas. Nos están mintiendo todos los días, en la televisión, en la radio: todo es muy bonito pero huele muy mal. La unión de las fuerzas para el asalto al poder ya está funcionando mediante el engaño y la mentira. Lo soportamos todo porque soportamos que falten a la verdad y ya esa falta conduce al desastre. Dice un amigo mío que el objetivo del idiota era llegar al poder pero quiere más, quiere perpetuarse y quiere la ruina. Los inútiles son los que usan la mentira para no responsabilizarse de nada. Los irresponsables no aceptan el error propio. Todo conducirá al caos otra vez, como cuando el idiota.

Si esto sigue así, los inútiles serán tenidos por sabios.

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