Yo he tenido en los institutos donde he trabajado, la posibilidad de crear arte por medio del teatro, como profesor que se convierte en director de una compañía de alumnos que representan una pieza teatral. La primera vez que yo ejercí tal papel fue ruinoso, penoso y absurdo. No sabía cómo hacer teatro con ellos. No hice teatro alguno. La segunda oportunidad que me dio otro programa en otro instituto, lo hice tan mal, que salí arrepentido y compungido de la experiencia. Hice teatro, pero mal. Y me echo todas las culpas del mundo porque no supe calcular nada, ni los tiempos, ni las formas ni siquiera la disciplina que podría haber mantenido teniéndolos ocupados a los alumnos. Calculé fatal, lo hice mal y lo pagaron mis alumnos que tuvieron que representar de mala manera y con nervios. Pero yo no sé de teatro. Es mi disculpa. Nadie me preparó para dirigir unos alumnos para hacer teatro. Hice lo que pude, ni más ni menos y lo que pude no fue suficiente para hacer lo correcto. Una oportunidad perdida, siempre lo sentiré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario