Hoy lunes me toca revisión de la dentadura en el dentista. Es a las cinco y media y ahora son las cuatro y media. No me gusta que nadie revise nada de mi cuerpo. Encima, te hacen una limpieza de boca y te cobran cincuenta pavos que lo veo carísimo para el trabajo que tiene eso.
Me he puesto nervioso por pensar en mi hermano y su soledad de ordenador con canciones y luego lo de pasar revista a mis dientes. Estoy deseando que me los miren y me dejen en paz.
Por cierto, se me rompió un diente pero con lo que me queda de él he ido tirando todo el año. Me jodería que me dijeran que me pusiera un implante cuando ya me he puesto tres en ese dentista.
Le voy a decir que nada de eso,que estoy harto de implantes y que llevo todo el año con medio diente sin ningún problema. Como hay crisis, cualquier excusa es buena para sacar el dinero. A mí me costaron los implantes un ojo de la cara, así que no me pongo más.
A las cinco cojo el autobús y me piro al dentista, una dentista que es hija del que lo llevaba y que es más torpe que el padre, bastante más por cierto.
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