Las putas son eso para sus clientes: un agujerito que da gustito por módicos precios en la calle. Yo tenía una amiga que decía: escaleras hay para limpiar antes que meterse a puta. Pero hay putas esclavizadas, no lo olvidemos, que vienen de tierras ignotas y las engañan y las amenazan para que no salgan de una habitación mientras las prostituyen. A esos que hacen eso con esas mujeres habría que meterlos en la cárcel de por vida.
Me parece que cada puta tiene su chulo y no es de extrañar que haya putas a las que le guste su oficio y disfruten de él de dos maneras cobrando y jodiendo. Pero qué se yo si esas mujeres de la vida, como las llaman no estarían con un hombre bueno que las vaya a buscar y las saque de ese mundo inmundo de calles agudas y frías. Ahora no hay mucho trabajo y se intuye más que que se sabe que las mujeres pueden elegir el camino de la prostitución para ganarse la vida. Y es de lo más comprensible. Porque no todo el mundo sale ministro o astronauta. Ponte en el camino y verás cómo te irá en él.
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