jueves, 31 de julio de 2025

 En agosto se exacerban los sentimientos. Menos mal que el sábado voy a comer sardinas. Huelen mucho las sardinas después de hacerlas a la plancha. Compraré seis sardinas. Dejaré dos para cenar. Si son grandes. Y ese sábado iré a la glorieta de Quevedo, a ver qué hay allí. Y pasearé hasta Alberto Aguilera y luego, salgo ya a la Princesa. Y el autobús me traerá a buena marcha pues la caravana de los borregos ya habrá pasado. Me limpiará las sardinas el pescadero, que es lo bueno de todo. Y no creo que haya mucha gente en la pescadería. Solo yo y alguna ama de casa correligionaria.

Las horas pasan y pasan.

Eso no lo evita nadie.

 No hace falta decirlo: hoy es el último día de julio. Viene agosto, frío en el rostro, dicen. Los de tierra adentro tenemos la oportunidad de disfrutar de la ciudad vacía de tantos coches y gentes alborotadoras. En agosto, la luna sale anunciando el mosto de septiembre, agotando noches tardías a la conversación con los amigos. En agosto todo se trabuca en gentes que se quedan aislados frente a la mar salada. En agosto, hay que comer sardinas pues están en su sazón. En agosto, hemos de hacer migas con aquellos que se quedan porque ya se han ido y te cuentan sus aventuras. En agosto, frío al rostro.

Vete de vacaciones:

te lo mereces.

 Mariano tenía un chollo cojonudo (sin perdón): todo lo hacía su mujer: ir a la compra, cuidar a los niños, cocinar, limpiar. Hasta que a Almudena le entró una anemia de tanto trabajar. Y Almudena se plantó, dándose cuenta de que estaba dando de más, que no se repartían las tareas, de que su marido era un vago que iba y venía del taller y se pasaba los ratos muertos viendo por el móvil páginas guarras. Y Almudena encontró un trabajo muy bueno, paso previo al divorcio. Y le dijo a Mariano adiós para siempre. Y se quedó con los niños que había cuidado siempre. Y esto no es feminismo. Es justicia social o familiar.

Estate viendo el partido, sí.

Te verás solo pronto.

 Unos que se van, otros que se quedan, es inevitable que alguno se quede en outside. Porque no lo planificó, porque no se habla con el hermano o la suegra. Porque no estaba de Dios, como dicen en mi pueblo. Ahora, en este mes, el santo y seña es hacer lo que hacen los demás. Lo que hace el vecino, irse a la playa. Lo que hacen los famosos, también irse a una playa privada a tomar tónica gin. Todos hacemos el borrego en estas fechas, el borrego seguidor de la pelota, lanzándola lejos. Y a la vuelta: comimos excelentemente por muy poco. Estuvimos de maravilla. Los niños disfrutaron de lo lindo.

Las vacaciones de todo el mundo.

Una ilusión como la de los Reyes Magos.

 Ya me  he bebido 3 vasos de agua, exactamente, 3. Y me he fumado un cigarrillo. Me ha venido bien escribir aquí, pues he matado minutos y acaso casi una hora, que son como días. La vida a veces parece una yegua que quiere salir trotando y tú la tienes que embridar para que vaya despacio y no caerte. Así son estos dos meses de verano para mí: yo estoy matando un deseo por dentro como si se tratara de matar a un amigo, como si se tratara de apaciguar las ganas de salir corriendo y no aparecer hasta que el sol no pegue de frente a la Tierra.

Falta leche.

Hay que ir a por leche.

 Ya he dicho que los minutos se alargan como la efervescencia de un detergente de oferta. Ya he dicho que las horas también se alargan mucho, como un dolor de muelas. Me pueden salvar de este marasmo solitario mis amigos de Colón o pueden estar ellos como yo, hechos polvo y contando también los minutos que pasan como horas. La vida te da sorpresas, decía la prostituta a Pedro Navaja, después de pegarle un tiro en mitad del pecho. La vida da sorpresas y una sorpresa es que la vida se alargue como un puto chicle mascado por miles y miles de niños, un chicle inmenso como un peñón de grande. Si yo pudiera poner remedio a este aburrimiento mortal, lo haría. Pero parece que no puedo.

No voy a coger un autobús yo solo

e irme a Valencia.

 Ya estoy llegando al final del libro. Así que necesito otro par de libros para pasar agosto. Iré al Gran Plaza II a comprarlos. Creo que compraré clásicos del siglo XX, que sean amenos y entretenidos. A lo mejor, compro "El señor de los anillos" con una letra más legible que el de la edición que tengo en casa. De todos modos, el tiempo pasa lento, muy lento. Los minutos pasan como horas, las horas como días. Ya he dicho que es como una tortura pero lo vuelvo a decir. Vuelvo a decir las cosas porque, simplemente, no tengo qué decir. No puedo elevarme a hablar de la luna ni del sol. Están alejados de mí. Tanto, que ni siquiera puedo hablar de ellos.

La sensación que tengo

es como de estar atrapado.

He bebido agua, tres vasos de agua exactamente. Luego, me he fumado un cigarrillo. La vida no está para lanzarse a gritar de alegría, más bien, al contrario. A lo mejor voy a ver a mis amigos y llevaré un libro a uno de ellos porque me lo pidió. Es un libro sobre escenas de la guerra civil. Lo compré en una librería de Castellón. La vida avanza lenta, muy lenta. Los minutos parecen horas y las horas, días enteros. Es como una tortura. Hoy sale la gente en masa. No necesito ver el telediario para saber que habrá 6 millones de desplazamientos. Como mínimo.

Hoy sale gente a la carretera.

Hoy otros se quedan en casa.

 Escribo aquí por necesidad de pasar el tiempo. Podría dar un paseo pues hace buen tiempo pero no lo hago. Podría tomarme un zumo de naranja en un bar pero no lo hago. Estoy en casa, esperando a que se pase el tiempo. No hay acontecimientos. Tampoco los fabrico. Voy a beber agua y a fumar un cigarrillo. Nada más. Ya he leído el periódico apenas por encima. No se me ocurre casi nada. No sé escribir de la Tierra, la luna y las estrellas. Están muy altas para mí. estoy cayendo en una inacción grande. Estoy en casa y hoy no voy a pasear. Son ya muchos paseos dados días atrás. Ayer me duché y hoy estoy limpio. No quiero que el sudor me llene las ropas hoy.

Estar en casa.

Estar aburrido.

miércoles, 30 de julio de 2025

 Solo piensa en él. Así es mi compañero de piso. Si tengo un problema,  antes de que se lo cuente, él me dice que tiene muchísimos más. Y así, él queda como damnificado de la vida por partida doble: cuando me hace callar y cuando me cuenta sus problemas, de mayor importancia y número que los míos. Así que estoy condenado a callarme y seguir caminando. A no desahogarme con nadie. Solo con la actividad de los sellos (una colección que heredé de mi abuelo), puedo pasar el rato. Así que mi compañero de piso es una full muy grande, una persona con la que no se puede contar ni para hablar con ella.

Compañeros de piso:

no son tus amigos en ningún caso.

martes, 29 de julio de 2025

 Los mendigos miran a ver quién los ayude. Las fragancias quieren expandirse por el aire. Los bocadillos buscan bocas hambrientas. Los hermanos, cuando se muere la madre de ellos, se separan. El que anda mucho ve mucho. El que lee mucho, sabe mucho. Los eslóganes se repiten y se repiten. Carglas repara, por ejemplo. No sé qué más poner pero pondré: vete a Madrid, gástate el dinero y luego, no lo lamentes. Las chicas guapas lucen sus cuerpos y rostros al aire de la primavera. Un cantante asturiano no sabía a qué atenerse. Y se atuvo al dinero que ganó con sus canciones.

Madrid, el centro de Madrid.

Qué de cosas hay en él.

 Ayer estuve a Madrid yo solo pues Paco no quiso venirse. Fui de Moncloa a la Plaza Mayor andando. Calculo que es menos que ir a Las Rozas. En la Plaza Mayor hay un bar de bocadillos, no solo de calamares pero el que a mí me gusta es el de calamares que dan allí. Tienen una textura crujiente no solo por el enharinado sino por el calamar mismo, que es calamar, calamar, no pota ni sucedáneos que dan en otros sitios. Vale su dinero el bocadillo. El que no quiera gastar dinero, que no lo coma y listos. Luego, me senté en una terraza de la Plaza Mayor y me tomé un café. Vale su dinero. Al que le guste más el dinero que el café en ese sitio, que no se siente. Luego cogí el metro en Sol y me vine a casa.

El dinero vale mucho.

Pero vale quizás más un buen amigo, por ejemplo.

 Tengo una biografía de Virginia Wolf a escasos centímetros del ordenador. También tengo un libro juvenil que se llama "El cazador de estrellas". Este último va de los saharauis o algo así. La tal Virginia fue una feminista muy fuerte que decía que las mujeres deberían tener una habitación para ellas solas y ponerse a escribir. Yo no pongo en duda la fuerza creativa de las mujeres (a veces da miedo esa fuerza creativa) pero no sé si es lo que quieren las mujeres : encerrarse en una habitación y escribir. Bueno. Que las mujeres hagan lo que quieran pero a mí que me dejan en paz.

Las mujeres quieren cosas, 

muchas cosas, como los hombres.

 Tengo que gastar hora y media escribiendo blogs. Total, me salen 6 blogs a cuarto de hora cada uno. Luego, me pongo a oír la radio. Hay que pasar el tiempo como se pueda, no como uno quisiera. A lo mejor en una playa el tiempo corre más deprisa. Sin embargo, este año, el sol no calienta como de playa y se supone que no habrá el abarrotamiento de años anteriores. ¿O sí? Viene una fragancia del cuarto del vecino. Huele muy bien. Me miro en el envés de la ventana y se me ven unos ojos grandísimos porque uso las lentes de leer para escribir en el ordenador. Si no estuviera de mala ostia hasta me reiría. Bueno. Ya he escrito un blog. Me faltan cinco.

Los blogs:

escritos contrarios a todo lo establecido.

 Ya he dicho que estaba leyendo "La chica del tren". Creo que fue un best seller hace años. Recuerdo estar en el Carrefour y ver montones de ejemplares de esta novela apilados. A mí no me gustan los best sellers. No suelo leerlos pero encontré en una librería solidaria un ejemplar y lo cogí. Yo creía que la historia iba de un misterio más sofisticado o elaborado narrativamente. Pero lo que cuenta es un crimen mortal y la vida de una alcohólica que no se acuerda de lo que hace cuando va bebida. Esto de crear intriga con el olvido de un alcohólico creo yo que está más visto que el tebeo. Además, lo que cuenta es muy desagradable. Es de risa que, a todas las protagonistas del libro se le acelere el corazón y le tiemblen las piernas. Estoy harto de la protagonista y del libro entero pero lo acabaré a ver si se sabe quién mató a Megan.

La chica del tren:

suena más tierno el título que la novela.

 Gloria era un hueco que había en el suelo y se le llenaba de leña para que irradiara calor desde el suelo. Gloria también es un estado de felicidad inaudita. Estar en la gloria no es dado a muchos en este principio de siglo en que hay tanto vaivén emocional. Los cambios de siglo siempre han sido dificultosos. En la Edad media se creía que el paso de 1000 después de Cristo al siglo XII, iba a traer la catástrofe mundial de la que habla el Apocalipsis. Hay muchos cambios de un siglo a otro hasta que el siglo entrante se asienta. Y podemos decir que el siglo es el mundo. Y por eso se decía sobre el enemigo: el siglo lo confunda.

El siglo es equivalente al mundo.

El mundo es siempre cambiante, incierto, loco.

 Dejaste que ese tipo cantase su canción pero no te pareció bonita. Ya no me das pena, señorita. Son los versos de una canción de Rosenvinge. Es una canción muy bonita y muy sarcástica, en que la señorita no hace más que jugar con los hombres (a colocado y ganador). Me gustaría estar en otro lado. Me gustaría salir de este agujero pequeño en el que solo viajo con los libros. Es agobiante tanto tedio, tanta rutina veraniega. Tengo que hacer de comer y comeré como un trámite para tumbarme o seguir leyendo libros. Tengo que comprar más libros, pero libros interesantes. Quizás me haga con "Ana Karenina". O, a lo mejor, me vuelvo a leer "Fortunata y Jacinta". No sé. La vida escupe su desprecio sobre los que no pueden irse como borregos por alguna nacional que sale de Madrid.

La gente sale

pero no sabemos tanto de la que se queda.

 Por la noche, me siento relajado. Pongo en el móvil la canción de Machado que dice: tus ojos me recuerdan las noches de verano, negra noche sin luna orilla el mar salado. Se me está haciendo larga esa novela de "La chica del tren", pero la acabaré para descubrir el misterio. La que no voy a leer más es la de "Suave es la noche": no pasa nada, me aburre con relaciones entre los personajes que no van a ningún lado. Me está cansando esa lectura de Scott Fitzgerald. Bueno. Y, por otro lado, el verano no está siendo lo que se pensaba que iba a ser, con calores de 40º sino que hace fresco por las mañanas y las tardes. Un verano anómalo.

La lectura de un libro ha de ser amena.

Si no, no mola.

sábado, 26 de julio de 2025

 Esta mañana tenía que ir a la farmacia. He ido y me han dado mis medicinas. Luego voy con mis amigos a ver qué tal. Las lunas y los soles se suceden como dos amigos que van al bar. Ayer me ofusqué con fantasmas varios que casi creé yo. Después de una siesta, volvió la tranquilidad a mi mente. Fui a pasear con Paco y charlamos amenamente, fraternalmente, claramente. Los que pasan de nosotros, es que pasan de nosotros. Pero llegarán días ordinarios en el calendario. Llegará un martes y un domingo. Brain storming, singer morning. Los días pasan y el café sigue y sigue.

Una nutrida colección de tontos desconsiderados avanza en la vida

como si no fuera a llegar septiembre.

viernes, 25 de julio de 2025

 Los que están ávidos de vino o de acción o de fresca agua de las fuentes, caminantes por la tierra, dulces seres humanos expertos en los guisos populares y los senderos alegres deben vivir en paz. La paz es condición para que estas gentes sonrían, vivan deseando lluvias y otoños limpios. No gustan estos habitantes del mundo de dictadores de salón, de putos imitadores de la milicia, de psicópatas disfrazados de hijos únicos. Míralos cómo saludan al verano y al invierno. Míralos cómo agitan la mano diciendo adiós a los amigos para volverlos a ver en otra dichosa ocasión. Son ellos, los que merecen la paz y los dulces rayos de sol que son para todos.

Si mereciéramos la paz

no estaríamos zarandeándola todo el rato.

 ¿Cuándo conociste otra primavera agazapada en los tulipanes amarillos que nacen en jardines privados que nadie posee? Es así el dulce pasaje por las aceras tranquilas, por el mar multicolor de las gentes ciudadanas que se visten con estampados lúdicos. Vendrá el otoño si no se ha ido nunca, si permanece en este verano abúlico y serio como los presidentes de gobierno tercos y dictatoriales, como los corruptos ministros que roban, como los votantes asustados de la izquierda inculta y oportunista. Y seguirá así el verano, lleno de amigos a los que querer, lleno de paseos kilométricos, lleno de cloroformo para el alma.

Las cosas que suceden

a veces son bonitas.

 Hoy estoy feliz porque voy a estar con gente agradable. Esta gente agradable no calcula, no se engríe, me hace pasar un rato agradable porque me aprecia en lo que soy, no en lo que tengo. La gente de a pie, que veo cada tiempo, que anda por la calle, es calculadora, fría, molesta. Lo noto en sus conversaciones en las terrazas, en los comedores, en los hospitales. Como venimos al mundo a defendernos de gente como la que he descrito, debemos ser cautos, no fiarnos de familiaridades ni de amistades ni de conocimientos. Todo es un andamiaje para mandar, para abusar de los débiles, para calcular y molestar a la otra gente de bien.

El rollo ya está montado.

Hay que descubrir el rollo y pasar de él.

 No se reía. No se reía nunca. Era un tipo aburrido a más no poder. Un día estuvo con un compañero de trabajo esperando un encargo. No habló en dos horas. Los otros compañeros de trabajo le tenían lástima. Porque no reía ni hablaba apenas. Pero los días iban pasando y le tocó el sabor amargo de la derrota que tan bien sabía esconder a los demás y se lanzó a hablar de eso, de su derrota. Y, entonces los compañeros de trabajo se dieron cuenta de que era humano este tipo. Por fin se dieron cuenta porque antes pensaban que era alguna clase de robot insensible.

Si te crees insensible a todo

es porque no te ha pasado nada en la vida.

 El sol brilla pero no calienta. El sol es enorme en su grandeza porque sale para todos aunque no caliente. Hasta el sol pretendía negar la soberbia de este ser que se había alzado con el cetro de su familia. Pero no se daba cuenta de que estaba atizando con su altanería el odio hacia su persona. Y el odio es muy malo sentirlo en las espaldas y  algunas veces, también de frente. Ya no era nada en la oficina, un ser más bien torpe en los asuntos a resolver. Ya no era nadie en el centro de su familia, después de años de dar voces, de imponer, de mandar. La gente en general se había cansado de él. Y quedaba un odio por su pasado imperante.

Si te impones a la gente,

ten cuidado con la gente.

 La noche debilita los corazones, noches de funeral, de vino y rosas. A veces podemos elegir nuestra derrota. Estos versos los canta Ismael Serrano, cantante muy imaginativo. Las gentes que van y vienen y no se ciñen a nuestros corazones, las damos al olvido. Y quizás las veamos algún día, pero no suscitan nuestro interés porque no hay señal alguna de acercamiento moral y físico entre ellos y nosotros. Estos grupos de gente parecen decir: estos son un estorbo, no merecen nuestra dedicación. Y, poco a poco, nosotros vamos descartando a estos grupos como interlocutor válido y no les damos nada.

Los que no te hacen caso

no merecen nada de ti.

 Yo ya dije que el otoño y primavera lluviosa de este año preveían un verano extraño. Y así ha sido. Por la noche, hace casi frío. Por el día no hace nada de calor, parece que estamos en primavera. Estos cambios contradicen el cambio climático, el calentamiento global. Al pasar tres lunas te buscaré por Madrid, por las calles gastadas de Madrid, muy de mañana. El rojo es un color que significativamente causa horror y va asociado a la muerte, aunque la gente no lo sepa porque no ha leído Historia. El dolor de vivir está ahí, no hace falta agitarlo, a todos nos duele y dejará de dolernos algún día marcado con piedra negra en nuestra biografía.

Siento mucho que todo se descomponga.

Pero quizás es mejor así.

 Algunas personas son aclamadas en el seno de la familia y en grupos sociales de diversa índole. Y llegan a sentirse infalibles e imprescindibles en todas las ensaladas, por decirlo así. Pero estas personas se olvidan de los otros, de los que están en otra órbita pero pertenecen a las ensaladas como el que más, por decirlo así. Estas personas creen que todo pasa por su supervisión de las cosas, por dar su visto bueno a los casos que pasan en ciertos círculos. Se creen que todo a de pasar por su visión de los acontecimientos. Ayudan, sí, pero crean un ambiente de intromisión.

No te metas donde no te llaman

y serás feliz.

jueves, 24 de julio de 2025

 Los hombres callados tienen la virtud de no equivocarse por lo que han dicho porque no dicen apenas nada. Todos nos hacemos hombres y mujeres callados con la edad. Porque vamos aprendiendo cómo son los demás (no santos ni monjitas precisamente). Pero es mucho pedir que el que hable poco o nada pida que le cuenten cosas. Yo escribo mucho aquí sobre mi vida o sobre temas diversos. Los que quieran aprender, que aprendan. Pero procuraré hablar en general que es casi como no hablar. La gente que no habla casi nada no me gusta, me cae mal, el secretismo que llevan es elitista y pretencioso.

Los que no hablan:

suelen caer antipáticos.

 Un dream team estilístico, una forma de ir por la vida como pinceles, que es una forma de decir: yo no soy de tu clase social al menos en la vestimenta, en la imagen que doy. A lo mejor, es bueno aparentar. Parece que eres más rico y todo eso. A lo mejor, te respeta más la gente que tienes alrededor, etcétera. La gente invierte en ropa, en ropa cara para ir por la vida como esos famosos que salen en las noticias de internet marcando tendencia. Yo ni lo veo mal ni bien, pero si luego, esas personas que visten muy bien son estúpidas no me llaman mucho al respeto ni a la empatía. Más bien al contrario: encima de tontos, pretenciosos.

No encuentro el motivo para vestir bien.

A no ser que quieras quedar como el aceite.

 No sé si hay muchos motivos de alegría en el ser humano o son más los sufrimientos que le acosan. Los ratos alegres pasan pronto, parece ser, y se quedan en la punta de la lengua. Los pesares son más hondos, se quedan estancados en el alma. Pero todos debemos luchar para que haya entretenimiento en la vida, gozo de vivirla. Las tristezas y depresiones no traen más que atoramiento de la voluntad. Seamos felices, disfrutemos de los cumpleaños, de los ratos en la piscina, de andar en bici por el campo, etcétera.

Los gozos de la vida 

han de buscarse con empeño fuerte.

 Hay un libro que se llama "Pedro Páramo", de un mexicano que ahora no recuerdo. Ese Pedro va a un pueblo a pedir explicaciones a un terrateniente que se acostaba con todas las jovencitas de Comala, un pueblo fantasma. Y ya no me acuerdo si ve a ese terrateniente. Mi pueblo también tiene una especie de lista de muertos: los de la Garabás, los del tío Regalado, los de tío jergonero, etc. Fueron gente que dejó una estirpe que ahora vive en bisnietos póstumos, en una retahíla de familias que proceden de aquellos hombres y mujeres que nacieron a finales del XIX, por mil ochocientos y mucho. Esa gente forma el repertorio de unas anécdotas que se repiten como cuentos en el pueblo donde yo nací.

La gente se va sucediendo.

En los pueblos, se habla de aquellos ancestros. En la ciudad, todo se diluye.

 Se habla mucho de hacer realidad los sueños. Pero si no sabemos cuál es nuestro sueño, ¿cómo se va a hacer realidad? Y hay gente que no sueña, que va pasando el día a día como puede y se conforma con eso. La gente que sueña mucho, no en el sentido de elaborar narraciones mientras duermes sino de desear algo en la vida, tiene muchos problemas para aceptarse como es, pues los sueños que sueña a lo mejor, son difíciles de conseguir. Y sufre. Sufre porque le gustaría estar en una playa virgen, en una montaña virgen y todo virgen para él, hasta una muchacha en flor.

Si sueñas no conduzcas.

No te conduzcas por la vida soñando lo imposible.

 Por mucho que disfrutes, que hagas, que sobresalgas, vas a ir a parar allí. Por mucho que presumas, sueñes, como dicen ahora, o crezcas en este mundo artero, vas a ir a parar allí, al cortijo de los callados. Y esa es toda la novedad. Una novedad que es más vieja que la tos. La gente se prepara para ir a las bodas, para ir a eventos, como se dice ahora, para ir a una comunión en mayo. Y todo es más vano que una avellana hueca. En un bautizo te pueden dar una loncha de jamón york y vas que te matas. Pero cuando llega la hora, no hay ni loncha de jamón york ni nada. Hay un vacío enorme si no has cultivado tu espíritu. Eso es lo que hay.

No tardaremos mucho en ver la cara de la vieja.

Porque los años pasan y  pasan.

miércoles, 23 de julio de 2025

 En España va todo como a modo de cachondeo. Desde los ministros que sueltan cualquier chorrada, a los médicos, enfermeras, profesores y jueces. Menuda profesionalidad en estos cargos del Estado. Como te salga un médico malo, te suelta que te tires cuatro pedos y se acabó. Y el paciente muere del estómago y no pasa nada (caso real). Pero una torpeza cualquiera puede tenerla. Yo, hoy, voy a poner una reclamación porque a un paciente no se le trata así, jugando con su cita que si la quito que si la pongo. Ya digo, una torpeza puede tenerla cualquiera pero hacer el burro constantemente en tu cargo eso ya no se perdona. Y si te dan una explicación vale. Si no, no vale. Y pones la reclamación para que no vuelva a suceder, claro.

Las explicaciones no son excusas.

Las explicaciones tienen que convencer.


 Voy a pedir en el ambulatorio que me expliquen por qué me han cambiado la cita. Si no me dan una explicación razonable, pongo una reclamación. Es una vergüenza que jueguen así con los pacientes. Se creen que pueden hacer lo que quieran, que tienen la sartén por el mango pero también los pacientes tenemos derechos. Derecho a que si nos dan un día y una hora para ir a consulta, se respeten. Y no lo anden cambiando a capricho, como han hecho conmigo a no ser que me digan que había una razón contundente. Se creen que yo soy un niño o algo así.

Si abusan de ti,

quéjate.

 Hay gente muy radical que quiere eliminar al rey, a la guardia civil y a las Vírgenes y a los Cristos. En este blog, yo no me meto en política nada más que unas cuantas veces. Así que me dan igual esos radicales. Son las 12:20. Hay que llevar un ten con ten en esta vida, ya lo decía mi madre, y no meterse en líos. En asuntos anodinos no merece la pena conocer al juez de línea ni soltar la boca demasiado porque te calan como a un melón. La gente habla mucho, mete mucha bulla, se manifiesta muchos días al año y acaban cogiendo el covid, como pasó hace años. Yo no quiero coger ni un triste catarro por manifestarme por nada, así que no voy a las manifestaciones.

Manifestaciones:

gente, gente, gente.

 Mi familia se ha disgregado, cada uno por su cuenta. Pero si me sale un grano, ya están llamando a ver si me muero o es un grano bondadoso que me ha salido en la pierna, por ejemplo. Hay que tener granos incluso en los cojones para que llamen, si no, no llaman. Y ellos, sin embargo, no te dicen ni dónde toman el aperitivo o si les ha salido un grano a ellos, aunque sea benigno. Ellos llaman pero ellos no cuentan nada de sus granos. Sus granos se llevan en secreto. Van a una clínica privada, se hacen sus pruebas y nadie sabe nada.

Los granos de mi familia.

Según a quién le salga el grano.

 Yo soy un hombre práctico, no entiendo el lujo. Claro, que si estás en apuros económicos, vendes tu rolex de 50.000 euros y sales adelante. Si es el rolex lo último que vendes. Porque si tienes que vender todas tus cosas lujosas, es que te has pasado de gastar y gastar. Gastar es muy fácil: coges todo lo que te gusta de un almacén como el Corte Inglés, lo pagas y resulta que te ha costado todo lo que no tienes. Eso es porque eres el exquisito, el amante de los placeres, el lujoso que va por la calle con unos pantalones de 600 pavos. En fin, que eres gilipollas porque te crees de otra clase social, eres un pretencioso, eres el que no eres.

Gastar y gastar:

así se arruinan muchos sin darse cuenta casi.

 Andan a vueltas las máquinas por toda Majadahonda. Van a asfaltar las calles. Se las oye rascar y pitar, rascar y pitar. Hoy comeremos en el "Toro", que se come bien. Son las 11:50. La vida se muestra muy parecida de días y no veo a nadie. La gente se ha largado de vacaciones como las musas de Serrat (pero hoy las musas han pasao de mí, andarán de vacaciones). Tengo que olvidarme de ciertas gentes que me dan disgustos, que me vuelven loco, que me cansan mucho. Y las musas deberían aparecérseme para escribir un jocoso poema de circunstancias.

Las mujeres son como veletas abominables.

Al sur, al este, al oeste...en fin.

 Se llamaba Antonio y le llamaban en el pueblo, "Saluda", no sé por qué. Era un tipo muy divertido, siempre sacando punta a la actualidad. Decía: ahora hay que volverse mariquita, cuando los matrimonios homosexuales de zp. Era socio del Real Madrid. Vivía el fútbol de manera extrema. Pasaba muchos ratos a la puerta del bar, le gustaba muchísimo charlar de lo que fuera. Era un tipo exigente, que te quitaba el sitio a la fuerza, pegándote un empujón (a mí me lo hizo un día). Peroraba de lo que hiciera falta, con razón o sin ella. A mi hermano y a mí nos sacó el mote de "machuscas" porque decía que jugábamos a eso, a la machusca. Dejó el banco de enfrente del bar bastante huérfano de palabras.

La gente que muere en un pueblo

casi lo hace dos veces.

 El canto se me ha dormido en el corazón como una rosa roja izquierdista. La rosa en cuestión se ha podrido, se ha llenado de mierda y de polvo. Poco va a durar la rosa y morirá como mueren las ideas que se traicionan. O alguien robará la rosa, la robará para que putas y puteros disfruten a lo loco. La rosa es un símbolo de lo que hace la izquierda por ti en España: robar y joder con mucho regodeo. Viva la rosa roja del presidente rojo y podrido de poder. La vida se pone negra cuando los socialistas gobiernan y la rosa se marchita porque alguien mea en ella.

La rosa y el puño:

menuda mafia criminal.

 El lunes me cambiaron la cita de ponerme la inyección a hoy, miércoles. Espero que no lo cojan por costumbre. La sanidad está fatal y más fatal está el ambulatorio de Majadahonda en que no hay más que mujeres. Las mujeres, ya se sabe, son volubles, inestables y caprichosas. Y se tocan las tetas con demasiada frecuencia. La gente que hace que trabaja y se tira la mañana paseando por los pasillos y la tarde charla que te charla, debería considerar qué pinta en su trabajo y las molestias que están causando a los pacientes.

Las mujeres trabajadoras:

qué plaga de profesionales de la lengua.

martes, 22 de julio de 2025

 Los tengo muy escogidos, los mido con vara rasa, son lo mejor de cada casa. Esto decía Serrat de sus amigos. Lo malo es que ya no hay amigos. El concepto de amistad se ha perdido en cuanto el concepto de caridad se ha perdido. Ya nadie hace algo por nadie. El egoísmo cunde. La gente que va a su bola cunde. Lo que pasa es que no sé si hay más bolas que gente o más gente que bolas. Y va bola, decía ese respetable bebedor en el bar que abrimos en el pueblo. Coge el dinero y corre. La vida, sin embargo, no para de pasar, no para de pasar para hacernos a todos iguales (calvitos, calvitos).

La bola va y no para.

Intentemos que ruede con gracia.


 No vuelvo a hablar de la vida loca que llevamos ni de los locos que hay en el mundo (hay psicópatas porque no hay moral que los sujete). Voy a hablar de estos días de preocupación y nervios sentidos en la piel. De la estupidez humana que me rodeaba, de mis libros que han hecho pasar el tiempo divertidamente. De la templanza de mi hermano. De los ratos pasados escribiendo. De los paseos al pueblo de al lado. De mis ratos en Jardinillos mirando a la gente cómo va. De la negativa a ver la televisión. De la dureza moral de mi padre. De todo esto y mucho más hablaré.

Hay que advertir, hay que avisar,

pero también hablar de gente que merece la pena.

 Vela por tu salud mental. Hay tantas cosas que la desafían hoy en día que cualquiera puede sufrir una neurosis. Los móviles en los niños están haciendo estragos y más estragos causarán en su vida adulta. Los jóvenes no tienen mucha salida (vivienda cara, 30% de paro juvenil, drogas, delincuencia...). Esta vida que llevamos provoca y suscita la desestabilización mental. No seas tú uno de ellos. Busca la soledad durante algunos ratos, reflexiona la vida que estás viviendo, piensa si te convienen esos amigos que lo dejan todo perdido en tu vida interior.

Gente tóxica:

por todos los lados.

 Me sudan las manos. Es señal de ansiedad. A ver si a lo largo del día me deshago de la misma. Estoy solo con mi hermano y mi padre. No sé nada de nadie más. La soledad, ya lo dije, es buena compañera para no sufrir a los demás en estos tiempos difíciles en los que la problemática personal es infinita. No hay gente sencilla. No hay gente sana mentalmente. Están todos como cabras. Todos tienen mil problemas y si no ellos, su perrito o su puta madre. Locos todos, como te metas un poco en su vida, sufrirás las consecuencias de disturbios personales que nada te incumben, de estupideces mentales que la gente saca ante ti, de la locura, en resumen.

¿Por qué la gente anda tan loca?

Es el signo de los tiempos.

 En estos tiempos que corren cuanto más busques la soledad, cuanto más te acostumbres a ella, será mejor para ti. No está en los escritos la problemática que da un ser humano hoy en día. Por eso se necesita aislarte un poco de todo el mundo bastante tiempo. Para ordenar las ideas, para reflexionar, para no meterte en la vorágine en la que están metidas muchas personas que te rodean. El aislamiento puede estar en las horas de trabajo o buscadas en algunas horas del día. La soledad, estar contigo mismo un tiempo, te reordenan las neuronas.

Te encuentras a ti mismo

cuando estás solo.

lunes, 21 de julio de 2025

 Ya escribo un poco cansado pues hoy he escrito mucho. Me ha dado un flus terrible. Escribiré este texto y ya no escribiré más. La vida se entremete con la gente y la vida se pone sucia, hay que lavarla en la lavadora del corazón. Y no digo más

 Una cosa que percibo con mayor claridad es que cada vez tengo más amor a la soledad. Los "amigos" que tengo me hacen sentir esa sensación. Los amigos no existen hoy en día, todos son de pacotilla. Prefiero mil veces pasear solo que estar pendiente de los caprichos de verdaderos gilipollas que no desean más que se cumplan sus deseos a costa de todo y de todos. Son penosos, son egoístas, puercos, feos, tristes en su avaricia de avispas asquerosas. Prefiero ejercitar mis piernas, que son mías, que estar ya ni un rato con estos que no molan, ya no molan.

El amigo:

ni con los dedos de una mano ni nada.

 Me estoy pasando mucho de escribir blogs pero es que hoy no sé lo que me pasa que estoy un tanto nervioso y escribiendo, combato tal nerviosismo. Lo de siempre en las calles, la playa lejana, mi sudor corporal me están haciendo escribir más de la cuenta quizás. Me he metido con mi hermana pero es que lo de mi hermana tiene narices. Poco a poco me voy calmando, que ese es todo mi interés. Tranquilizarme, ver las cosas de otro modo si escribo lo adecuado, lo motivador y lo amoroso. Hay que amar la vida aunque la ponga como un trapo el que escribe.

Un dolor como una angustia 

me recorre agriamente.


 La penilla se queda instalada ahí en el ventrículo derecho del corazón y late al compás de él. Y ya es difícil sacarla de ahí, de nuestro órgano sintiente. Y vamos andando o nos quedamos quietos y el latir se hace un tanto dificultoso, triste, desenamorado de la vida. La lejanía ya no nos aturde con su singularidad. Los demás son como cartones viejos que se repiten en un regüeldo asqueroso. Las montañas, los ríos y el mar arden de indiferencia pues tenemos esa penita muy dentro del corazón.

Antonio Machado fue un hombre apenado.

Quizás por eso, serio y sabio.

 Los políticos quieren que estemos enfrentados porque unos somos de una cosa y los otros, de otra. Los políticos, cuando hay un problema, lo ensanchan y le dan mucha voz para perjudicar al contrario, para dividir a la sociedad en vez de calmar los ánimos. La televisión pública, con esto de Torre Pacheco, es lo que ha hecho: kilos y kilos de ultraderecha han salido a relucir en los informativos públicos, asustando y enfrentando a la gente en vez de minimizar los hechos. La izquierda y la derecha son muy dañinas porque solo gobiernan para los suyos y encima, se corrompen. Este gobierno en particular desea el choque, la tensión, la muerte de la razón.

Este gobierno asqueroso

debe acabarse para bien de todos.

 Están cerradas las ventanas. No se oye ni a la urraca ni al gorrioncillo que anda por los jardines de la urbanización. El ambiente es tranquilo, esperando a que todo suceda, esperando a que dé la hora de irnos. Irnos de este mundo, irnos porque ya no se puede hacer otra cosa que mirar los álamos altos, mirar el cielo casi líquido, mirar y mirar las cosas que hay delante. La pena se acurruca en el corazoncito y ya no sale, se queda pegada a un ventrículo, creo que el izquierdo, y ya no sale esa penilla negra que va haciendo el mal en nosotros, que va hurgando la voluntad nuestra, que roe el deseo que tenemos todos alguna vez de reventar como un globo muy grande.

La vida está hecha de penitas feas

para que no nos durmamos en la mañana.

 Total: que teníamos que ir esa mañana al pueblo con mis padres y luego, al día siguiente, madrugar para traerlos otra vez porque mi padre tenía que ir al médico. Tócate los huevos. Y yo le dije a mi hermana: no vamos a ir. Y dijo la asquerosa de mi hermana: tú eres muy listo. Y empecé a leer un tebeo. Y se pasó el tiempo estúpidamente, allí mi asquerosa hermana y asqueroso cuñado y nos fuimos. No sabemos mi hermano y yo todavía por qué teníamos que ir al pueblo y madrugar para volver del pueblo al día siguiente. Cosas que se les metía en la cabeza a estos dos simpáticos sujetos asquerosos.

Simpáticos sujetos asquerosos:

que no te toquen.

 Tú tienes que ser soldado, dijo su hermana como un sargento. Llama ahora mismo al ejército. El hermano se quedó de piedra pues era un científico que estaba estudiando genes humanos para la erradicación de una enfermedad muy mortífera. Pero la asquerosa de su hermana insistió en que llamara al ejército. Era agosto y el ejército estaba de vacaciones, menos mal. Pero la asquerosa de su hermana siguió insistiendo: que llames al ejército. La asquerosa de su hermana le estuvo tocando los cojones una semana, hasta que le pegó un bofetón y la asquerosa de su hermana, con un diente menos, dejó de molestar

Las asquerosas hermanas:

todo un show en la vida que no te puedes perder.

 Por una serie de razones que ahora se me escapan, no voy a salir a la calle, dijo uno que no recordaba bien las cosas que le pasaban pero sí tenía fe en que en casa no le iba a pasar nada malo. Y se preparó la comida de alimentos que compró en el supermercado hace algún tiempo y después de comer, no recordó qué había guisado ni comido pero algún duende o genio le decía que permaneciera en casa. Porque fuera de casa estaban sus amigos (los amigos que hay ahora) decidiendo qué hacer con este tipo: obligarle a ir a una excursión. Y el tipo no quería. Y no salió de casa. Y estuvo seguro en su casa y no a expensas de esos amigos que no eran amigos de verdad.

Los amigos ya no hay.

La política, el enfrentamiento, la maldad los ha eliminado de las calles.

 "La vuelta al mundo en 80 días" tiene un virtud: que te entretiene. Ya va la segunda vez que me lo leo. Los libros serán ahora mis amigos. Es muy tópico decir eso de que los abandonas y siempre te esperan. Y es así. Voy por la aventura de la India, cuando salvan a una mujer de ser quemada viva junto a su marido fallecido. Joder, cómo eran los hindúes. Ya no sabe uno de quién fiarse pero sí que sabe de quién fiarse: de nadie. Esta tarde a ver si puedo ir a pasear y dejar que mi pensamiento vuele libre al compás de mis pasos ligeros sobre el pavimento de las aceras. Hay aceras anchas y estrechas. La gente te hace andar por molestas aceras estrechas. Así es la gente. Quédate al lado de alguien que te quiera y no salgas ni a la calle.

Que alguien te quiera y te escuche:

fundamental.

 Son las 12:15. Un lunes no como otro cualquiera, sino un lunes de andar para arriba y para abajo. Pero bueno. Todo se andará y anduvo un paralítico. La vida a veces se hace un poco cuesta arriba. No hay huevos ni salchichas para comer. No hay ni ganas de comer. La gente se destruye una a la otra por un quítame esas pajas. Y te pasan por la quilla sin ningún reparo. Los piratas funcionaban como ahora mismo funciona la gente: cruelmente, sin tapujos ni piedad alguna por el prójimo. Ya he dicho en algún blog que venimos al mundo a sentir calor de nuestros padres ni siquiera de nuestros familiares. Venimos al mundo a defendernos de todos los imbéciles y malas personas que hay en él.

Ven al mundo, querida, querido.

Verás y te harán cosas que te estremecerán.

 Este fin de semana he tenido un acceso de rabia, de ira. No diré los motivos porque no son muy importantes. La vida pasa y pone a cada uno en su sitio. Pero esta ira me ha hecho pensar en mi soledad. Mi soledad es viable por fin, la acepto, casi la quiero para no andar a vueltas con voluntades que se imponen, con caprichos de amigos que demuestran que no me quieren a cada paso. Ya no me da miedo estar solo sino que la veo como la mejor opción. Por cierto, hoy me pongo la inyección y  Paco se hace una prueba. A ver qué tal nos va.

La soledad es harto buena 

porque te quita tontos y malos de encima.

 Son marquesas, condesas, bucaneros del mar. Hoy he conocido en el mundo gente maravillosa. Para todos será desde ahora fantasía mi nombre de guerra. Si la ves dile que todavía la quiero. A veces los hilos de las relaciones humanas son muy misteriosos. Se mantienen y no se sabe muy bien por qué. Hace casi frío en la casa este día 21 de julio de 2025. Hay que ir a un sitio especial para conocer gente especial. Los que se aman me da a mí que duran poco. Los que se respetan y ayudan el uno al otro, duran más. Circunstancias comunes, pensamientos comunes que hacen que dure la relación. Los celos son muy malos, también las mentiras. Yo ya no pude más y la mandé lejos, donde no la viera más. Pero el dinosaurio estaba ahí.

 Olvidar puede ser bueno

si lo que se olvida es una mierda.

 Son las 11:20. Ya llevo escritos unos blogs de estos. Hay gente en la vida que se lía la manta a la cabeza, dice adiós a todo lo conocido y se va al desierto de Almería, por ejemplo, y allí hace una nueva vida. Se comerá los lagartos y alacranes de debajo de las piedras, pero es libre y feliz. Si te quedas en la cama viendo pasar el día, el día tan brillante de verano que hace, no pierdes mucho. La verdad es que viene un vientecillo, no sé si me habré vuelto loco, friolento o por lo menos, muy fresco, demasiado fresco. Yo tengo los pies fríos pero eso quizás no tenga que ver con el tiempo atmosférico. Aguantamos lo que venga, como dice la canción y listo.

Aguantamos a Franco, a Fidel y a Maduro.

Aguantamos las ganas de mear porque no hay dónde.

 Me duele la pierna. ¿Cuál? ¿La izquierda o la ultraderecha? Es tanto lo que se ha mentado a la ultraderecha que ya se toma a pitorreo, como vemos en el chiste. Pero no quiero hablar de política, sino de lo bonito que es levantarse por la mañana y escribir blogs. Escribiendo estos textos, me siento ocupado, un tanto feliz. No feliz del todo pero sí un tanto feliz porque a veces me salen frases bonitas, alguna metáfora, alguna idea sensata que tenía yo en mi cabeza. Y solo por esa frase o por esa idea merece haber sido escrito el blog. Los españoles retrasan la paternidad bastante. Se tienen hijos a los cuarenta y tantos. Da un poco de pena, porque, ¿qué has estado haciendo hasta los cuarenta y tantos? Y ya no escribo más.

Escribir es bonito.

Se desempolvan ideas que uno tenía antes o ahora.

 Pseudo quiere decir falso. De ahí que los socialistas quieren vetar a los pseudomedios y a los pseudoperiodistas. Porque a los socialistas solo les gustan los que dicen lo que ellos quieren que digan. No admiten ni la verdad ni la crítica. El psoe es un partido que nace, crece y se reproduce en la ilegalidad. Pero no quería yo hablar de política. Yo quiero hablar de la soledad deseada. La soledad deseada puede ayudar  a que una persona se desarrolle independientemente y sin trabas de gente ruin. La soledad deseada es creativa, libre y fuerte de convicciones. La soledad deseada puede crecer hasta hacerse casi santa.

Uno solo canta, baila y es feliz

sin tener que hacer caso a nadie.

 Es curioso. Me parece que tengo los pies fríos. Será que no me corre bien la sangre con todo lo que me fumo. He bebido mucha agua. La bebo en cantidades grandes por la mañana. Hoy, el día ha empezado con ligero calor, con un calor tan débil que es impropio de julio. No sé qué está pasando con el clima, pero algo raro pasa. Todavía no he contado nada de interés y casi estoy acabando de escribir. Hoy, un lugar como Atocha, estará lleno de gente. No voy a ir allí a comprobarlo, claro, pero me lo imagino así. En Sol y en la Plaza Mayor de Madrid debe de haber también muchos guiris de esos que hacen fotos y fotos y no se cansan.

Yo no soy el que viajo.

Yo soy de los que me quedo.

 En una novela que leí hace tiempo, llega un señor a un hostal y aparece una señora. El señor dice de ella: olía a sábanas, a perfume barato y a excrementos. No sé cómo una persona puede oler a excrementos pero deben de ser cosas de novela. Luego se sabe que ese señor de la novela acaba de salir de la cárcel. No se cuenta por qué delito estuvo en ella. Al final de la novela, el señor este se acuesta con la señora del hostal y huye después de una fiesta. Es una  novela muy rara en la que aparecen también dos científicos que están estudiando el mismo tema, la intromisión de los átomos en el tejido humano. Un científico de estos viola a un criada. En fin. Una novela que no había Dios que la entendiera.

¿Para qué leeré novelas raras?

Se pasa el rato.

domingo, 20 de julio de 2025

Estoy un poco harto de escribir hoy pero diré que, si en España hubiera más ciudadanos con cultura, menos cabestros adormilados, menos tontos, menos chavales que van a liarla a los colegios e institutos, menos petimetres con deseo único de dinero, no habría estos partidos políticos de mierda que hay. En Francia lo hacen mejor. Y en Italia. Porque son países formados. España es un país de borregos. Y borregos hay en el poder también. Así nos va.

España: 

país sin formar.

 Me siento cada vez más aliado de mí mismo y menos amigo de la gente. La gente es muy falsa, muy egoísta y muy arbitraria. Piensa y hace cada vez más su voluntad a pesar de la tuya. Y hace daño. Y sin sentirlo ni un poco. Así que me alío con el camino y con mis piernas y a andar. Todo mi ser se llena de comprensión del mundo cuando ando y voy pensando. Pienso en cosas literarias que se ajustan al mundo con el que me enfrento o me uno a veces. Pienso en mí mismo, en los demás, que cada vez me aportan menos. En fin. Pienso que estar solo es mejor que estar con gente que no merece la pena.

La soledad bien entendida

da muchas alegrías.

No hay que sentirse nunca descorazonado. Hay que buscar algo que nos motiva, que nos guste, que tenga un sentido para nosotros, aunque sea eso simplemente, montar en tren o jugar al ajedrez o andar con un perro amigo. A la vida no hay que demonizarla, cargarla de todo mal. Siempre hay un atisbo de algo que podamos hacer para alejar de nosotros toda señal de depresión. La vida no debe ser un instrumento de tortura siempre. Ya digo en el blog de después que venimos al mundo a defendernos, pero siempre hay que hacer una brecha en la vida y distraernos, amar la vida, quererla aunque sea un poquito.

La vida es dura, sí,

pero ablandarla está en nuestras manos. 

 Esta vida es tan cruel que casi todos, sino, todos, venimos a defendernos del mundo. Las gentes que viven con nosotros no quieren más que su provecho y si su provecho viene porque los demás lo pasen mal, no lo dudan: te lo hacen pasar mal y, a veces, eso es lo peor, de manera absurda. Voy viendo que el mundo actual cada vez es más caótico: niños que tiranizan a sus padres, adictos al alcohol y las drogas que les hacen pasar mala vida a sus hijos; novios o novias que no persiguen más que su interés después de que pasan el rato y se casan. Cuántos casados maldicen el día que conocieron a su pareja. Creo que hay muchísimos. Nada en esta vida es atemperado, justo, razonable.

El mundo actual parece hecho para los gilipollas.

La gente, de hecho, se pasa de gilipollas a la locura.

 El amor está muy sobrevalorado, como se dice ahora y la soledad está demasiado mal vista, como digo yo. Películas, canciones de toda época, teatros y novelas describen el amor como si fuera lo más importante a conseguir en este mundo maldito. Lo que yo pondría como lo más importante a conseguir es la manutención y  la independencia de tus padres o de otras gentes que no te hacen falta o te estorban para vivir tu vida. La soledad yo la veo como una solución buena para no tener que quejarte de gente que cada vez está peor de la cabeza. Ya no te puedes fiar de nadie. La gente está cada vez más loca. La soledad es un antídoto contra la gente que ahora anda por el mundo.

La soledad cultivada y un poco intelectual

está fenomenal.

 Hay gente en este mundo que tiene como una prioridad muy importante en su vida, al dinero. Por dinero harían lo que fuera, lo que estuviera en sus manos hacer y por dinero no hacen nada que les comprometa a gastárselo. Y menos, con los demás. Sufren por el dinero que tienen, por el dinero que tienen riesgo de gastarse, por el dinero que tienen los demás, por el dinero ahorrado, a ver si me invitan y no tengo que pagar, etc. Esta gente sufre un problema que no se percibe muy bien, pero que es tan doloroso para ellos como un dolor de muelas.

Los amantes del dinero:

en sus ratos libres, hacen de camareros unas horas para tener más.

 Viejo amigo no te veo en este sucio vagón. En este metro vacío y marrano, también yo transbordo en Sol. Hoy he estado con mis amigos. Nos hemos reído cantidad hablando de cosas como los penaltis del fútbol femenino (que fallan todos), algunos conocidos, la política, el dinero de que se dispone hasta la próxima paga, etc. Los he invitado. Me han hecho olvidar el día, la vida triste y el amor. El amor para el que le guste. El amor es una problemática muy vieja: dos que se quieren y un proyecto común, como decía mi novia. Y luego no saben ni pedir perdón cuando la cagan o no te hacen ni puto caso. Hoy voy a Las Rozas. Me espera una tarde amena, lúcida y sola.

Los enamorados es lo que tienen:

que están los dos gilipollas.

 Había un tipo muy serio que no sabía ninguna muestra de cariño. No sonreía, no decía nada afectuoso, no conseguía modular el rostro para decir que quería a alguien. Uno que lo conocía me dijo que su padre fue alcohólico y que por eso este tipo era así, serio como un palo de fregona. Yo le dije que bueno, pero no veía la relación. Un día, su mujer (la mujer del serio) le dijo: dime que me quieres. Y este tipo dijo: te quiero. Pero con tal seriedad y falto de sentimiento que parecía que lo decía como un trámite absurdo, como así era. Pues él no sabía ni quería a nadie. Le gustaba enormemente el dinero, eso sí.

Los que no saben decir te quiero

a lo mejor tampoco saben decir te odio.

 Había un tipo que no tenía más que este discurso: los ricos, los pobres. Me decía a mí: te despiertas a la hora de los marqueses. A Gandía lo llamaba el charco de los pobres. Criticaba a los ricos porque decía que solo comían jamón york. Era una forma de denigrarlos. De los pobres decía que no se lavaban y que no habían visto el mar, o algo así. Estaba todo el día con eso del dinero, la riqueza y la pobreza. Este señor existe. Yo lo conozco. Un día, pagué yo en un bar y me enseñó la cartera con un montón de billetes grandes y me dijo: ¿qué te creías, que no tenía dinero para pagar? Y así hasta que me hartó y no he vuelto a verle. Pobrecito.

La gente que no habla más que de dinero

aburre a María Santísima.

 El amor. Todo el rato el amor. En la tele, el amor. Me muero por ti, en las canciones. El amor lo cura todo, el amor divino o humano nos libra de nosotros mismos. El ser humano es muy contradictorio. Pone los sentimientos por encima de todas las cosas y luego no sabe ser leal a su pareja, ni siquiera a un amigo. Por eso es mejor estar solo. Estando solo, uno decide qué hacer, disfrutar de los gustos de uno, sin contar con nadie más. Estar con otro ya determina que estés pendiente de ese o de otros que, al final, ni hacen un pequeño esfuerzo de entenderte ni siquiera un poquito a ti.

Estar solo: 

la mejor receta para estos tiempos que corren.

 Este chico se compró un piso, un mercedes, una moto y se fue de vacaciones con una chica. Y, encima, gastaba a manos llenas. Sus padres tuvieron que vender la tienda y los dos, ponerse a trabajar para poder sobrevivir. Ya no quisieron ver nunca más a su hijo. Su hijo acabó endeudado y se vio en la calle. Se puso a trabajar de camarero, pasados ya los festejos de la hipoteca millonaria. La familia se fue al carajo, ya no se veían. La ruina fue para los tres por dar manga ancha al hijo único. Eran tiempos de crisis, claro. Pero gastar y gastar no es cosa de tiempos de crisis. Gastar y gastar es cosa de gente que no asienta la cabeza.

La ruina de un familia

puede venir por diversos sitios.

 Para que se hagan las tres, voy a escribir. Voy cruzando el río, no hay mucho dinero, lo he pasado mal. Tus cabellos dorados parecen el sol. Eres la chica de ayer. La vida es oscura a veces, no debemos ponerla negra con nuestros egoísmos y envidias. La gente mayor se reúne en el centro de mayores y juegan a las cartas y comen y beben. Luego, el domingo por la tarde, bailan. No se debe querer el dinero de una persona. Eso causa muchas insatisfacciones gástricas. Hay que querer o no querer pero no suspirar por lo que tiene. La gente que me quiere es mejor que la gente que no me quiere. El dinero, aparte.

El dinero es tan asqueroso

que crea indigestiones y mala sangre.

Está todo el mundo lleno de dulces niñas Carolinas que tienen medicinas que no se venden en farmacia legal. Los oscuros ojos de esa mujer se clavaron en los míos: no se nada de Belén. Bueno. Seguí caminando hasta casa y leí el periódico. Leer el periódico es bueno. Te enteras de cosas. Por la parte trasera de la casa, hay un parque que se llena de vendedores de medicinas que no se venden en farmacia legal. La vida parece decir: me pongo compleja en cuanto me dejan. Mi padre habrá salido y no se habrá encontrado con ningún amigo. El que más o el que menos, se va de vacaciones. Voy a ir a verle. Me pasaré un rato.

Lo cotidiano se impone.

Los domingos son cosas que se ponen delante de mí como si nada.

 Voy a ver a los de Colón. Voy a comer. Voy a andar a Las Rozas. El ejercicio físico me vendrá bien. El color del día parece entreverarse con la tranquilidad. La vida es eso que pasa mientras pensamos continuamente, sin descanso. La vez que vi a un delfín por primera vez fue en el zoo, hace ya muchísimo tiempo. Me dio alegría. La luna se acerca a lo desconocido mientras mi fe flaquea, mi fe va muy despacio, como una bicicleta cuesta arriba. Parece mentira lo que llegamos a pensar algunas veces, es bastante extraño. Llegamos a pensar en objetos que no existen, en crímenes horrendos, en una playa para nosotros solos, en nuestros seres cercanos.

El pensamiento nos da sorpresas

cuando ese pensamiento va libre como una mariposa.

sábado, 19 de julio de 2025

 Un viento sur, caliente y perezoso llegaba a la heroica ciudad que estaba echando la siesta. En casa se está bien. Ni hay ola ni hay ola. La pena es no estar en ese piso doce donde corre la brisa. Casi puedo verlo y sentirlo. El gusarapo es un gusano que se esconde en un casquillo o canutillo y que sirve para pescar peces. No tengo hoy mi mejor día. Iremos en autobús y vendremos también en él. El sábado me parece viernes y domingo a la vez. Estoy un poco disociado, enfermo, cansado de los días. Ojalá la cosa pase y todo pase para bien.

Ojalá orégano sea 

y no alcaravea.

viernes, 18 de julio de 2025

 Los días de vino y rosas en la Riviera francesa habían acabado. Era un invitado más de aquellos artistas afamados y ricos y se tenía, ay, que largar, acabada la fiesta. A buscar trabajo de secundario a Hollywood. La gente se cree que todo el mundo triunfa en Hollywood. ¡ Esto es Hollywood!, se suele decir. Pero no todo es así. Estamos los actores secundarios y yo diría que terciarios algunas veces, que decimos dos o tres frases al principio de la película y, con suerte, otra frase en medio de la película. Nos pagan una miseria y a buscar otro papelito en otra película. En la última, yo hice de marinero lobo de mar por escuetamente 20 segundos y en otra hice de oso, disfrazado. En fin. Esto es Hollywood sin exclamación alguna.

La vida de los artistas está muy, muy idealizada.

Pero hay muchas más personas alrededor de esos artistas.

Tal día como hoy tuvo lugar el alzamiento de las tropas del general Mola contra el poder establecido; o sea, la II república. Luego se alzaron también Franco y otros generales. Mola era muy cruel y Franco también lo era. Tuvieron apoyo alemán e italiano, quizás por eso ganaron la guerra. La república tuvo que defenderse casi desde el minuto uno, aunque consiguió consolidar sus posiciones en Aragón y Cataluña, Castilla la Mancha (incluido Madrid). Las Brigadas Internacionales se juntaron en Albacete para hacer la instrucción, supongo. Hubo dos carnicerías en la guerra: una, un tanto absurda, en Brunete. Y otra, en el Ebro. Y eso fue a lo que condujo la II república después de un desarrollo errático de la misma, gobiernos que duraban meses, amnistías de los dos bandos, intentos de golpe de estado y muchos tiros por las calles.

II república:

desorden todos los días y gente politizada.

 Son las 4:20. A las 5:15 estaba previsto ir a El Escorial. Pero ha llamado una de las amigas que quiere ir a las 6:20. Y eso que, por culpa de esa amiga, en vez de ir el jueves, vamos hoy viernes. Resulta que esta amiga tiene la costumbre de llamar antes de cada evento para decir que se retrase. Lo hace continuamente. Y yo no voy a transigir. Yo no llevo coche. Yo no conduzco. Hay otra amiga que también va. No sé en qué quedará todo pero yo me niego a ir a las 6:20. No me da la gana. En fin. No he visto cosa más voluble que una mujer. Son asquerosas. Te dicen una hora, la cambian y no avisan o avisan con una hora de antelación.

Las putas mujeres.

Siempre trastocándolo todo a su favor, sin pensar en los demás.


 Se dice eso de que si un maestro pegaba a un alumno y este se quejaba en casa, el padre también le pegaba. Y se dice que antes había un respeto al maestro que hoy no lo hay. Y había un respeto a la policía y al médico. Incluso, en estas fechas, se dice que debe haber un respeto a los jueces, que los quita y los pone como peones de ajedrez el gobierno que hay ahora. Todo merece un respeto, desde el funcionario más básico hasta la judicatura, pasando por los médicos. Todos han estudiado mucho para estar donde están, han aprobado una oposición (menos el hermano y la mujer del presidente) y se merecen nuestro apoyo. A no ser que ese funcionario sea un vago asqueroso que no quiera hacer su labor.

Funcionarios, médicos, profesores, barrenderos.

Haya un respeto con ellos.

Se oye mucho que vengan con papeles y a trabajar como hacían los españoles cuando iban a Francia. Se oye mucho que los marroquíes traen problemas, que andan con la droga. Se oye mucho que vienen a delinquir a España muchos inmigrantes. Yo creo que España, con sus lazos hispanoamericanos no dejará de recibir inmigrantes de América del sur. Por su cercanía a Marruecos y a África no dejará de recibir inmigrantes de esas zonas. Y rumanos. Y búlgaros. Somos una nación que está en medio de todo. La gran mayoría de españoles convivimos con la inmigración. Por ejemplo, si no hubiera inmigración, no habría habido mujeres que han cuidado de mi madre. Pasa con todo, todo tiene sus dos caras. La vida está así. De la pobreza y de las guerras huye todo el mundo.

La inmigración es buena y es mala.

Pero los oriundos nos tenemos que acostumbrar porque no parará.

 Me da miedo mentar la ola de calor por si sucede pero hasta la fecha, no ha habido ola de calor por estos lares y esperemos que siga así todo el verano. Otra cosa es el sur, Córdoba y Sevilla. Pero me pillan muy lejos. Ayer hizo bastante calor pero no el suficiente para teñir de amarillo el cielo de la tarde en el crepúsculo. El cielo se mantiene azul y eso es bueno. Hoy voy a El Escorial y espero pasarlo bien. La bola da vueltas continuamente y no para ni un maldito segundo para poderme bajar. Habrá que tirar para adelante, siempre para adelante, así lo dicta el que montó este sistema de vida. Y que no nos pase nada, rezamos inconscientemente todos, estemos sanos o no.

Yo me quisiera bajar de este carrusel maldito

para saber lo que hay más allá de este circuito.

 La ministra de Hacienda estaba en el Congreso para dar unas explicaciones a la oposición. Se limitó a decir lo bueno que era el gobierno, lo bien que se gestionaban los impuestos y lo mala que era la derecha. La derecha, caca. Y, al acabar este discurso normal en ella desde que fue ministra, se puso a levitar. Tanto levitó que se dio con el techo del Congreso en la cabeza. Después del golpe empezó a bajar de los aires muy despacito hasta que se instaló de nuevo en su escaño. Y ya no pensaba lo mismo sino que se quería ir a cuidar cabras como su abuelo, allá en el sur. Y lo hizo. Y ya no hubo más ministra de Hacienda por un tiempo en que eligieron a otro ministro menos vaporoso.

Hacienda somos todos.

Ojalá el reparto de los impuestos fuera equitativo.


jueves, 17 de julio de 2025

 Hay 50.000 gilipolleces como las galletas dinosaurio. Hay gente maja en cualquier lugar. Llegará el lunes y todo acabará de la forma que sea. No hemos hecho ni un puto chiste con la cuestión que nos atañe. Deberíamos, porque la cuestión es digna de chiste. Pero somos así, serios como un palo, como el precio del aceite, como las horas que pasan aburridas. La vida no deja que nos riamos, no deja que la jocosa alusión cobre vida. Pero todo cambiará a partir de ahora. Nos descojonaremos vivos, nos tiraremos de los pelos literal y figuradamente. Y pronto, como si se tratara de un viento siroco, montaremos en el autobús y se habrá pasado todo.

Todos los días tienen un secreto.

Desvelarlo es cosa nuestra.

 Siempre me han gustado los cuentos, supongo que cada cultura tendrá los suyos. Leí hace tiempo que los cuentos son parte del inconsciente colectivo y una manera sencilla de educar a las generaciones salientes. Con ellos se pretende insuflar de unos valores universales, tradicionales y necesarios para que los niños vayan entrenándose en los roles adecuados para ir integrándose en la sociedad. En estos tiempos en que los adultos vamos del cuento de la lechera con vanos sueños en la cabeza, al cuento de la soberbia liebre que por su presunción llega más tarde que la tortuga a la meta, pasando por lo pinochos que estamos hechos(cuentos y mentiras a todo trapo), hasta las princesas que fueron y ya su ajado rostro las señala como destronadas, podemos ser dormilones como Blancanieves, mirando la hora preocupados con una agenda que no existe como la cenicienta, acabar como Caperucita por despistados, cuántos cuentos, cuánta fantasía, elogio a los infantes por poner oído a todo lo que les pasa a los adultos, de esa manera nunca se sentirán desinformados.

 Se llamaba Inma y trabajaba como yo en un instituto de Alcalá de Henares hace ya bastante tiempo. Nos bajábamos en Atocha no recuerdo ya que día de la semana que salíamos a la misma hora. Y veníamos hablando en el vagón de la religión. Así, sin concretar en la iglesia ni en los curas. En el andén de Atocha, le dije: yo creo que el cielo es una conversación eterna. Ella dijo que no, que no era así si no que era muchísimo más bonito. Quedó la cosa ahí. Yo quería decir con lo de la eterna conversación la comunión de las almas y ella creía que el cielo estaba para saciar placeres sensoriales. Esta chica, Inma, una mañana, montó un circo en la sala de profesores del instituto, se dio de baja a los pocos días y se echó un novio gallego. No la vi más que un día en Villalba, donde vivía.

Los sentidos nos abandonan al morir.

Quizás otros sentidos nos asistan en la vida eterna.

 Llevaba yo toda la mañana de exámenes de oposición y nos dieron unas horas hasta el examen de la tarde. No me acuerdo del barrio donde nos examinamos pero recuerdo ir a un supermercado para hacerme un bocadillo y me senté en un banco. Entonces vino una señora con un perro. Y me miró. Y, cuando acabé el bocadillo, me dijo de sopetón: ¿tú eres católico? Y yo, como quería hablar, dije que sí. A lo mejor ser católico era la premisa para ponerse a hablar conmigo, como así fue. Y me dijo después: esta vida es muy triste, ¿verdad? Hay que aguantar a gente indeseable, comer todos los días, vestirse, hacer el paripé de que vivimos bien, etc. ¿Usted-me dijo-no ha pensado en lo bien que se está en el cielo? No - contesté-. No lo he pensado. Y ella replicó: allí se está en la gloria. ¿Y qué es la gloria?, pregunté. Y dijo ella: estar al lado de Dios.

La gloria divina.

¿No será a lo que aspiramos todos sin darnos cuenta?

 La mujer iba al pub y bebía mucho vino y chupitos de whisky. Tom la había dejado y se fue con Ana, con la que tuvo una niña. La mujer no podía soportar que Tom viviera con otra. De ahí el alcoholismo en el que se había emboscado su vida. A esta mujer alcohólica y resentida, que se llamaba Florence, todo le iba mal. Hasta que vomitó en el pasillo de la casa de Cathy, su amiga. Entonces, le fue peor. Porque ya no tenía dónde ir. Y pasó a dormir en la calle. Florence tuvo que disputarse los portales con otros mendigos, estaba borracha prácticamente todo el día. Hasta que un proyecto del ayuntamiento le buscó un albergue, le asignó un psicólogo, dejó la bebida y ahora trabaja de repartidora con un camión de la coca cola.

Florence:

qué historia de superación más bonita.

Me gusta el tema de la resurrección como a otro le puede gustar el tema de los coches marca Jaguar. La cosa es que en el credo, en esa oración, se cita a "la resurrección de la carne". Yo no soy teólogo así que lo que diga sobre la resurrección lo diré del modo que yo lo entiendo, nada más. A mí esta vida no me parece suficiente para un ser humano. El ser humano es, en la Creación, lo que más quiso Dios, es el ser que más se parece a Dios de todo lo creado. Esta vida es demasiado corta e incluso puede parecer más corta de lo deseada para aquellos que viven una vida de lujo, viajes y comidas opulentas y muy ricas y sin ninguna preocupación (las preocupaciones las solventan con dinero, claro está). Pero digo que la vida es demasiado corta, que el ser humano, tengo la sensación, debe vivir más. Y para que sea así, debe de ser (no debe ser) después de la muerte. Eso creo. Porque Dios nos quiere más que dejarnos vivir solo esta vida que la mitad se va en llantos y quebraderos de cabeza. Y eso es lo que opino de la resurrección.

Esta vida es un teatro para nosotros

creado por Dios.

 Llegará el día 21, lunes. Y no pasará nada. Y luego llegará el martes. Las semanas se suceden de tal manera que hoy es jueves y es domingo a la vez. Se amontonan los días cuando hay inacción. Cuando hay sorpresa y aventura, las cosas se quedan grabadas en la mente y parece que el mundo se detiene. En ese bar había dos hombres charlando. Uno, encima, era el dueño del bar, que se tuvo que levantar del taburete y hacer una manzanilla a mi hermano y a mí, servirme una coca cola. Leyendo "La vuelta al mundo en 80 días" no creas que no lo pasé bien. Me gustó todo lo que pasaba y eso. Pero ya acabé su lectura hace mucho tiempo. Qué deprimente es el día que se sucede en otro y así.

Los días. la sucesión de los días.

Algo muy deprimente.

miércoles, 16 de julio de 2025

 Estoy haciendo tiempo y mientras, escribo estos blogs. En democracia se puede robar por parte de las instituciones y no pasa nada. Robar a lo grande. Y no pasa nada. Eso parece decir sz con eso de que el psoe está limpio. Pero la democracia está sucia ensuciada por ministros y amiguitos del presidente. Y no pasa nada. Pero sí pasa. La gente debería salir a la calle y decir que su presidente y su gobierno es una cueva de Alí Babá como pasó en otro maldito gobierno de socialistas con Felipe González. Creo que a este presidente, sz, le va a pasar como a González, que tuvo que irse.

No pasa nada.

Pero huele a ladrones.

 Julio tiene casi agotada la legislatura y se va a ir rápido. No ha hecho mucho calor a pesar de los del tiempo del telediario de la uno a los que hubiera gustado que pasásemos de los 40 grados todos los días para decir al final de verano eso de que "son temperaturas máximas desde que hay registro". Pues meteos el registro por el culo. Y sz que no se va. Qué tío más duro. El daño que está haciendo a la democracia no es para decir, él, que es el más demócrata. Menudo demócrata. Un jeta autócrata con todas las letras. Yo y yo y yo. A ver si al acabar este verano, vuelve el cara dura este a ver si es capaz de resistir con todos los audios que están por salir.

La democracia se merecería un respeto.

Pero este gobierno no respeta nada.

 Otra vez me iré esta tarde de paseo. Ejercitar las piernas viene bien porque se mueve también el corazón. El corazón es una masa fuerte que, latido a latido, reparte el oxígeno por el cuerpo y limpia las inmundicias de la sangre. Que el corazón palpite con fuerza hace que estemos sanos. El corazón tiene también una pequeña carga eléctrica y se relaciona este órgano con el cerebro. "Mens sana in corpore sano" decían los romanos. El cuerpo y la mente forman un solo golpe de vitalidad. La vida va acercándonos los placeres si sabemos identificar esos placeres en la misma vida. No hace falta sibaritismo alguno en la vida. Viviendo estoicamente también se disfruta. No hay que sufrir por desear bienes, sino agotar de los que disponemos.

Los estoicos:

muchos romanos lo fueron y disfrutaron de sus vidas con poco.

 Yo pienso mucho que, después de muerto, me voy a encontrar con mis seres queridos. Con mis padres, mis hermanos, etc. Y le doy muchas vueltas a eso. En la iglesia católica, eso se llama la comunión de los santos. A lo mejor, en vida, hay una comunión entre los muertos y los vivos. Quizás mi abuela Severina me esté esperando allí, en los cielos y aquí, de alguna manera, me esté cuidando. Como mi madre, que cuidaba de mi hermano y de mí como nadie. Nadie tiene ganas de morir en este mundo porque no sabemos qué es morir, irse de aquí. Es parecido a dormir. Pero nos iremos sin soñar quizás.

Morirse:

quizás todo polvo, humo. Pero también quizás, algo bonito.

 No se me ocurren grandes cosas hoy. Ni tampoco pequeñas. El caso es ir rellenando líneas hasta el final. Todos querríamos ser ricos, pero siendo ricos, desperdiciaríamos muchos talentos que tenemos y nos daríamos a la holganza más absoluta. No nos haríamos el desayuno ni la comida, dejaríamos de tener habilidad para la cocina. No leeríamos ni un solo libro, ya que estaríamos todo el rato de espectáculo en espectáculo y así, la facultad lectora se desvanecería. Daríamos muchas vueltas en aviones al extranjero, despreocupándonos de los demás, que son también nuestros amigos y necesitan nuestra atención y así, perderíamos a todos nuestros amigos.

Hazte rico.

Dejarás de ser el que eras.

 Con un libro o siguiendo las series de la televisión, se puede pasar un buen verano. La gente se ha marchado a la playa, así que no estorba. Hay uno que está en el jardín de su chalet en el pueblecillo costero tomando el desayuno. A lo mejor, por la tarde, sale con sus familiares a ver algún espectáculo jazzístico tan de moda en verano y luego, cenan en algún restaurante de moda que cuesta un riñón. Pero este tren de vida de desayunar un desayuno preparado por una camarera de casa, cenar fuera a todo trapo, solo está dado a unos pocos ricos que hay en la Tierra. Los demás debemos conformarnos con lo que tenemos. No es cuestión de hacer otra revolución como la soviética. Estamos en un mundo capitalista, a la riqueza se la respeta.

Capitalismo:

hacer dinero y disfrutarlo con tranquilidad.

 Tengo unos amigos en lo que se llama plaza de Colón. Pero estos días la conversación languidece, hay muchos ratos de silencio. Será el aburrimiento del verano, todos los días lo mismo. Así que hoy no iré. Me quedaré en casa. Paco ha encendido el aire para estar fresquitos.  Voy a estrenar una novela, "Suave es la noche", de Fitzgerald, un escritor norteamericano. Creo que va de la alta sociedad norteamericana, a ver qué tal. La vida ofrece cosas que hay que amoldar a nuestra voluntad. La vida no da cosas gratis. La vida cuenta con nuestro deseo de pasarlo bien pero no da parques de atracciones. Da novelas, da periódicos a bajo precio. Hay que aprovechar estas ofertas de la vida.

Las ofertas de la vida:

baratas, quizás pobres de emoción. La emoción la ponemos nosotros.

martes, 15 de julio de 2025

 En la vida se aprecian los placeres y se desprecian los malos humos, las imposiciones y la violencia. Al que le gusta la violencia, tiene un problema y al que le gusta imponer, también. Las cosas no han de hacerse a la fuerza. Las cosas de la vida pasan por la razón humana. La razón moldea las cosas para juzgarlas malas o buenas. Todo el mundo tiene raciocinio para decidir qué está mal y qué está bien. La tranquilidad también es algo de la vida que merece ser apreciado, al igual que la amabilidad, el buen gusto, la generosidad y la bondad. El que no aprecie estas cosas es que es gilipollas y no sabe vivir, lleva una vida solitaria y sombría como la de un burro en una cuadra.

Vive bien, apura placeres.

Pero no hagas a los demás lo que no quieras para ti.

 Es bonito gozar de lo que se desea en el momento oportuno. Y no leerlo en las novelas sino practicarlo a base de bien. Lo mismo digo del sexo como de las riquezas como de montar en globo. Pero no sucede siempre así. Hay deseos que no se pueden cumplir por una serie de impedimentos morales o personales. Entonces, te has de conformar con lo que dice la novela de ese deseo que has tenido y quieres cumplir. Así se fabrica un ser libresco, imaginativo y quizás, lúdico. A través de las páginas. Como esa canción que dice: vuela con tu fotonovela. Muchos vuelan con fotonovelas de mala manera, se han de echar la manta a la cabeza y quizás, acercarse a Madrid a vivir sus sueños. Porque en la gran ciudad hay más gente y así, más sueños.

Vete a Madrid y búscate la vida.

A lo mejor, hay un sueño tuyo en esa vida.

Si uno lee las poesías de un tal Luis Cernuda, se ve que esta poesía y el poeta vivieron mucho en soledad. Su biografía lo dice: se fue a EEUU huyendo de la guerra civil. Los poemas que escribe este hombre están llenas de muros, de alusiones a la infancia, de soledad, en suma. Algunos títulos de sus poesías así también lo atestiguan: "La desolación de la quimera". La quimera era un dios pequeño que alude a los deseos, a la imaginación que quiere hacerse realidad. Quizás, los sueños de Cernuda nunca se hicieron realidad. Como los de tantos. Hay gente que ha venido al mundo y le hubiera gustado ser millonario, exitoso, nombrado en cien carteles. Y no es más que Manolo García, de tantos Garcías que hay en el mundo. Y es mejor ser García ilusionado que Cernuda desengañado.

Poetas tristes que sueñan con colegios.

Atrapados en sus versos melancólicos.

 Si te sobran sueños y te dan realidades, apura esas realidades hasta hacerlas sueños en que tu generosidad haga que sea bonito vivir para los demás esas realidades. La realidad es fea, es obligada, es impuesta. Pero la realidad pertenece no solo a ti, sino a otros que te rodean y por ello, has de hacerla atractiva, sincera de vivir para ti y para todos. La realidad es ir a la compra, es hacer la comida, es fregar los suelos. Hazlo todo con ganas, como si fuera divertido, como si fuera algo que un dios muy pequeño te ha mandado vivir. La realidad la mandan vivir esos dioses pequeños que bajan a verte y a decirte: los sueños están apagados por ahora. Sueña con la realidad.

Vivir realmente te asemeja a otras personas.

Las personas viven más bien en la realidad, no en los sueños.

 Calculo que ayer leí en dos horas unas 200 páginas que me quedaban de un libro y empecé otro. Este nuevo se llama "La chica del tren" y sé que tuvo mucho éxito. Va de eso, de una chica que se pasa mucho tiempo en el tren e imagina a una pareja viviendo en una casa al lado de los raíles. Esta chica ha caído bajo en la vida. Ha perdido a su novio y le da al alcohol. Vive en la casa de una amiga. Y ya no he leído más. Las historias empujan a la razón a pensar en el personaje que tenemos ante nosotros y nos identificamos con él en algunas cosas. Si el personaje sale en la novela atravesando un mal momento, nosotros, como lectores, nos iremos a rememorar algún tiempo malo de nuestras vidas. Si lo que se plantea es un dilema entre varios personajes, aprenderemos de ellos y la solución final que da el novelista a esos personajes.

Las novelas siempre plantean un problema.

La solución inteligente de ese problema es el quid de la novela.