miércoles, 20 de enero de 2021

Ahora vamos a comentar a Ángel González, que es ya más famosillo por haber tenido por amigos a una pareja de escritores, a un cantante y a otros famosos de izquierdas.

Nació en Oviedo. Murió su padre cuando tenía un año. Murió su hermano. El otro hermano tuvo que exiliarse. Su hermana no pudo ejercer de maestra. Su motivo poético se resumiría en que el hombre está solo en el mundo y caben dos consuelos: sentirse eslabón de la historia humana o refugiarse en el amor o en lo marginal (prostitutas, desvalidos...).


Voy a comentar este poema bastante conocido:

Para que yo me llame Ángel González, 

para que mi ser pese sobre el suelo,

fue necesario un ancho espacio

y un largo tiempo:

hombres de todo mar y toda tierra,

fértiles vientres de mujer, y cuerpos

y más cuerpos fundiéndose incesantes

en otro cuerpo nuevo.

Solsticios y equinoccios alumbraron

con su cambiante luz, su vario cielo,

el viaje milenario de mi carne

trepando por los siglos y los huesos.

De su paisaje lento y doloroso,

de su huida hasta el fin, sobreviviendo (...).



De "Áspero mundo": libro de poesías.


El título del libro de poesías ya dice mucho del pensamiento de Ángel González: el mundo es áspero, hostil. En el poema se aprecia un lenguaje coloquial, con términos muy sencillos (cuerpo, huesos, siglos, suelo...). Las estrofas las forman 3 versos de 11 sílabas y un pie quebrado de 5 sílabas que rompe el ritmo del poema: "y un largo tiempo", "en otro cuerpo nuevo" aunque no hay estrofas como tal sino que el poema es un continuo poético. Ángel González se traduce a sí mismo como  la concatenación de cuerpos que han ido pasando por la historia (hombres de todo mar y toda tierra y fértiles vientres de mujer). La mezcla de hombres y mujeres dan un cuerpo nuevo y remiten al principio del poema, el YO del poeta. Como dice Alarcos Llorach, el poeta está solo y solo sirve de eslabón en la historia personal. Me gusta el verso "trepando por los siglos y los huesos" que forma una aliteración de la "s" en contraste con la "t" de trepando. Y además es una metáfora muy aguda, pues el tiempo (siglos) va creando huesos (carnalidad).

Es muy novedoso empezar un poema con una forma personal, con el yo y luego ir explicando esa existencia en la historia personal. No da nombres: sus abuelos, sus bisabuelos... sino que habla en general de cuerpos y vientres y huesos.

La verdad es que el poeta no se enorgullece de haberle dado la vida ese continuo de cuerpos fundiéndose. Simplemente, aborda el tema de manera objetiva. Además, en los últimos versos de este poema se llama a sí mismo "escombro tenaz". Se define como algo residual en la historia de su vida, como el "éxito de todos los fracasos". Desde esta mirada y recordando yo algunas de sus poesías, esta melancolía de Ángel González le permite un humor ácido en sus poesías que llama mucho la atención.



No hay comentarios:

Publicar un comentario