Suena a lo lejos un camión que rasguea la autopista. Suenan ladridos de perros a lo lejos. El tiempo está nublado y opresor. He descuartizado un conejo y lo he metido en un moje hecho de ajo, sal, hierbas aromáticas, vinagre, aceite y agua. Solo tengo que esperar a calentar el horno y meter las piezas cortadas para que se asen. Un señor me dijo el otro día que si desapareciera el sector turístico en España, España se iría a la ruina más dura. Tiene razón. Los españoles vivimos del turismo. El dolor de no moverse uno de casa o de los pocos metros de alrededor se ve compensado por el orden que reina en la vida: pocos metros, pocas preocupaciones espaciales. Las distancias crean vértigos.
Hablar con un psicólogo hace que tengas que dar algunas explicaciones sobre hechos que creía ya implícitos y que no necesitaban justificación alguna. Los psicólogos renuevan las dudas y los convencimientos de uno para hacerle ver la vida no es lo que parece o lo que uno creía.
Voy a decir a una psicóloga que no iré más a su consulta porque los resultados no han sido buenos. Los consejos que me ha dado puede que los lleve a la práctica pero no he dejado de fumar. Es más, he incrementado el consumo de cigarrillos.
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