Después de leídas las noticias de los dos diarios principales, con Trump como protagonista, voy a pensar qué es mi vida actual. Mi vida actual es levantarme a las diez, pasar un tiempo con el ordenador, luego ir a la compra y hacer la comida. Eso ya lo he dicho antes.
Mi vida ideal sería coger un autobús e irme a un sitio con mar, pasear por la playa descalzo y comer pescaíto frito en un bar. Pero eso tampoco es posible porque estoy atado a una rutina y la rutina es tan pegadiza que me tiene sujeto aquí, en la meseta fría sin mar.
Febrero ya no es tan frío como el primer mes del año.
Ayer vi una película muy interesante de dos monjes que se escapan del convento. Quizás mi vida se parezca a un convento aburrido lleno de oraciones sin fe.
Ayer también leí en un taller literario una historia escrita por mí y ninguno de mis compañeros me dijo que era buena. Antes al contrario, me dijo que "no era interesante, que no pasaba nada especial en esa historia". Debe ser el signo de mi vida, en la que no pasa nada especial ni nada de nada.
Me gustaría crear un personaje que sobresaliera pero mi mente piensa más en personajes simples, sencillos, a los que la vid ales pasa por encima.
Lo relevante de la vida es hacerla bonita.
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