He cogido de la biblioteca dos libros: uno de Alfredo Bryce Echenique titulado "Tantas veces Pedro" y otro de Dacia Maraini titulado "El tren de la última noche". El primer libro que he citado es una gilipollez: ni tiene argumento, ni tiene lógica, ni es literario ni tiene nada por lo que se deba o se pueda leer. Parece ser que cualquier parida que escribía este señor, se la publicaban. He leído hasta la página 30 o 40 y ya no aguanto más. Es una conversación de un tal Pedro con una o dos mujeres a la vez en distintos momentos y sitios, todo mezclado y confundido. Yo creo que después del boom latinoamericano, todo valía en la novela y todo lo que era un sinsentido también valía, de modo, que se publicaron muchas birrias de estas, como esta novela, que no tiene ni pies ni cabeza. En fin. El otro libro sí tiene un comienzo y una andadura en un tren que parte de algún sitio y va a otro mientras cruza el telón de acero. Este libro es de 2008; el del Echenique ese, ni lo sé ni me importa. Yo leí de Echenique un libro que se puso de moda que se titula "Un mundo para Julius". A mi hermano le gustó mucho; a mí no tanto. Ya digo que la literatura sudamericana ha abusado mucho del todo vale en la novela y se han perpetrado muchos bodrios infumables que se mueren en los anaqueles de las bibliotecas. Son cosas, narraciones sin sentido alguno que no merecen la pena estar en una biblioteca.
Dacia Maraini, sin embargo, tiene en Wikipedia una entrada muy extensa y es una novelista muy reconocida en Italia y fuera de Italia.
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