Me estoy acabando "Lluvia fina", un libro de Luis Landero que compré en una librería en cuanto se acabó el confinamiento. Habla de una familia de dos hermanas y un hermano pequeño. El hermano pequeño se casa con Aurora, que es la depositaria de todos los fracasos de esa familia. Las dos hermanas, Sonia y Andrea, lloran y lloran sus desgracias llamando por teléfono a Aurora. Esa es la lluvia fina que va cayendo y corroyendo la familia. Gabriel, el hermano pequeño casado con Aurora, es muy raro, estudió filosofía pero es rarísimo y Aurora se va dando cuenta poco a poco.
En mi familia, también existe esa lluvia fina de actos, ocultamientos, resentimientos y rarezas que van degenerando en que la comunicación entre sus miembros vaya fatal. Bueno, yo la verdad es que no siendo a mis padres, no veo a mis otros familiares más que de Pascuas a Ramos y así no hay ni cariño, ni nada.
Ha habido muy malas intenciones hacia mí alguna vez por parte de algún miembro de mi familia.
La incomunicación hace la desafección y si encima, intentan un control de la persona, eso hace que uno sienta resquemor hacia la familia.
En realidad, estas personas de mi familia son bastante planas en mi día a día y solo es de vez en cuando cuando quieren actuar contra mí y me lo hacen pasar mal.
Yo creo que todas las familias tienen defectos pues están hechas de hombres y mujeres defectuosos pero hay que apelar al respeto a los miembros de la familia, no ya al amor, porque ese no existe y tratar de no pisotear al otro. Yo con eso me conformaría.
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