El verano se adelanta pero también se atrasa a los meses de octubre. O sea; que el verano se prolonga por ambas fronteras que tenía antes el verano: la primavera y el otoño. Al que le guste el verano debe estar contentísimo: la playa, la piscina, teatro y cine al aire libre, viajecitos, conocer nueva gente, etc. etc. etc.
Los veranos se desparraman como verdaderas odiseas que cambian a sus Ulises, los vuelven de goma, los marcan como a ganado.
Un verano en la Toscana segurísimo le cambia a uno la vida para siempre. O un verano en un pueblo de Rusia.
Hay gente, sin embargo, que trabaja en verano, que el verano es una época de medrar, de ganar dinero, de ahorrar un dinerito para el futuro. Hay que hacer el agosto, como dice el refrán.
Un proverbio de Machado dice :
"poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón."
Que sirva el verano para unir corazones y no se queden estos solos dentro del pecho sino que salgan a conocer a otros corazones: pienso en los ancianitos que viven solos con su corazón solo y triste. Ojalá haya voluntarios que no se vayan a la playa y se queden con estos corazones solitarios. Yo no puedo hacerlo pues yo ya tengo mi enfermedad.
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