Los bancos han robado impunemente. Con lo de las preferentes, unos papeles que no hay quién entienda todavía, han estafado a ancianos. Con las hipotecas han engañado a manta. Los bancos se han cubierto de mierda para no confiar ya nunca más en ellos. Cuando la gente ponga un pie en un banco andará con cien ojos, sino con mil para ver dónde está la trampa, el engaño, la mixtura, el lazo que no se ve, el atracador de turno. El atracador está dentro ahora y hay que desenmascararlo.
En casa no se puede tener el dinero pero tampoco en el banco. En el banco hay ladrones, gente dispuesta a arrancarte parte del dinero que tienes allí metido, no hay más que buitres en el banco.
Por eso yo no voy al banco. Yo no voy donde me puedan engañar.
Todo ese trato que hay con los oficinistas del dinero yo lo rehuyo porque han demostrado ser unos saqueadores de la inocencia ajena.
Si vas al banco, no conozcas a nadie.
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