Si miro por la ventana no veo más que noche.
Quizás es la metáfora perfecta de la vida.
No vemos más que una noche
que se tiende, que lo ennegrece todo.
Quizás vayamos por la vida sin entender nada.
Ni nuestro pasado, velado por los errores,
ni nuestro futuro, que no vemos nunca.
Quizá el día en que morimos
una rúbrica exacta lo haga todo inteligible:
Aquí yace fulano de tal.
Más cierto que eso no lo hay.
Ni la noche, ni el día ni lo que tenemos enfrente
podemos decir que lo entendamos plenamente.
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