Esta mujer daba mítines. Se ponía muy cachonda dándolos, se le ponían tiesos los pezones y el clítoris se avivaba como un gusanillo mientras decía a su público: "ganaremos". Hasta que un día esta señora se comió un regaliz negro que le produjo por dentro una reactivación del estómago atroz.
Entonces ya no puedo enfrentarse al público. Ahora va a la compra con la resignación de haber vivido unos días felices haciendo campaña y claro, ya no la votó nadie.
Dejó de salir en la tele, dejó de tener orgasmos políticos. El maldito regaliz negro, causa de todos los males de aquella mujer fue prohibido para siempre.
Pero así no robó, ni blanqueó dinero, ni comió gambas a costa del contribuyente y algo se fue ganando.
Ahora ve canales porno la pobre chica y se mete el dedo pero no era lo mismo que subirse aun estrado y decir: "compañeros, acabaremos con el paro en un año que yo gobierne, agggg, qué gustito"