Quisiera que la luz me acompañara
al menos para ver quién soy.
Para ver si soy el mismo de hace años
o sólo una repetición de momentos estatuarios, de soledades que me han derrumbado junto al viejo muro del adiós.
Yo sólo quiero verme reposar de los antiguos días,
comer el pan alegre de los congregados por el tiempo.
Y no puedo más que pasear solo o con mi hermano de siempre por las calles solitarias y agrias de la gran ciudad.
Y no puedo más que lamentarme de lo que ha pasado, de la tristeza actual y del porvenir que aguarda, feo como el diablo debe serlo.
Y no puedo más que tener pocos amigos, aspirar a la cordura y sufrir mi locura y la de los demás.
Pero no quiero conformarme. Quiero un mundo mejor. Quiero el amor para mis semejantes y quiero ver quién soy.
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