Satán no es otra cosa que el egoísmo, dice Paracelso. A mí no me gusta el egoísmo, las personas egoístas que no tienen ni un minuto de su tiempo para los demás. Pero, no gustándome el egoísmo, veo a las personas egoístas como gente mala, de la que hay que prescindir, veo que los egoístas están equivocados porque, al materializarlo todo, creen que las personas son para uso y disfrute. La gente egoísta, aunque viven alrededor tuyo, solo te quieren por el interés. Si no ofreces nada, ya no van a verte. Les gustan los regalitos a los egoístas y disfrutar de todo en la vida y gastar todo el dinero que tienen sin reparar en nada. Las personas egoístas se creen algo superior a los demás y van perdonando vidas y sin empatizar nunca con los demás. Creen que todo es materia los pobrecitos egoístas y ellos mismos son puta materia inservible. Ya te digo: no gastarán un minuto de su vida si no consiguen algo a cambio. Pero yo paso de los egoístas: ellos mismos se juzgan con su comportamiento de cerdos como los que salen en los libros. Los cerdos son los más puros egoístas del mundo animal. Así son estos que menciono: unos cerdos que no dan nada y se creen con derecho a todo.
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