Se vive mal confinado y jubilado como mi hermano y yo. No podemos ir a El Escorial o a Villalba por el miedo a una multa. Ni siquiera podemos caminar al pueblo de al lado hasta el 3 de mayo. Pero bueno, son cosas que se asumen y se está en casita o hacemos el paseo más corto de lo habitual. Estas nubes bajas que casi no dan lluvia dan asco. La política da asco, sobre todo por parte de extremistas de izquierda como Iglesias, que es mentiroso y agitador violento de palabra: "todos sabéis cómo hacer un cóctel molotov o enfrentaros a la policía.", decía no hace mucho y ahora hay 28 guardias civiles velando por su seguridad y la de su pareja. No hay tío más mentiroso ni muñidor de embustes que este del moño. Yo creo que ya le han calado la mayoría de los españoles de bien y que los que le siguen están engañados, atrofiados por una ideología que llama machistas a cualquiera, incluso a mujeres; fascistas a todo aquel que le hace frente y hacen de la mentira su territorio en el que pastelean un poder lleno de mierda. Y Sánchez babeando por conseguir Madrid a toda costa. Qué asco de políticos. Qué asco de mentiras. Qué asco de manipulación grosera de los sentimientos de la gente. Qué asco de confinamiento oyendo estas patrañas. Ya lo decía un rapero: "España, país de la patraña".
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