Hace tiempo que mi hermana fue a los Asuntos Sociales y consiguió por medio de ellos que les pusieran a mis padres una alarma conectada a los servicios de urgencia de la Comunidad de Madrid. Es un botón rojo que tienen al lado del teléfono fijo. El otro día, pusieron también un detector de humos en la cocina, por si se les olvida la sartén en el fogón o hay un incendio. Mi hermana me preguntó que a qué habíamos ido nosotros a Asuntos Sociales y se lo expliqué y se calló, dando por sentado que nuestra visita a los mismos estaba justificada (asunto de las llaves). El día que los vimos a mi hermana y a mi cuñado esperando la ambulancia para mi tía Isidora, no sé muy bien qué nos dijeron. Tampoco nos han explicado nada del asunto del ingreso en una residencia de mis tíos. A Paco le dijeron que fue "un suplicio" o algo así. Hay una tradición en mi familia a ocultarnos las cosas a mí y a mi hermano. Pero me da igual. Allá ellos. Todo se termina sabiendo. Me acuerdo de una visita al hospital por algo que sufría mi cuñado: no nos dijeron eso: qué sufría mi cuñado, por qué estaba en el hospital. Debe ser algo muy insondable el sentimiento ese de ocultar las cosas, no sé de qué les sirve, pero hay que contar con ello.
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