Escribir blogs me relaja así como me relaja hablar con alguien que tenga una conversación coherente, no que se enfade o que salga por los trigos de Dios. Así son las conversaciones con algunos tipos que me encuentro por Majadahonda. La verdad es que son más relajantes que aguantar mentiras y estupideces de la cercanía. La cercanía es un tema para estudiar: la familia se ha roto hace ya mucho tiempo y estamos todos aislados sin posibilidad de acercarnos a esa cercanía que es de mentira. El otro día nos mintió a Paco y a mí uno de la cercanía: quedó mal con nosotros pero bueno, la gente es así, rara, mixtificadora, ocultadora, mentirosa y luego, claro, queda mal delante de la otra cercanía. En fin, la gente ya no es transparente a imitación de este gobierno fullero y mentiroso. Todo acabará, no hay que preocuparse. Pronto darán las campanadas por mí y por todos esos de la cercanía.
En cada corazón hay algo de sabiduría.
Hasta en los corazones más duros hay algo, no sé el qué, que hace pensar que los hombres no son de pedernal.
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