Ayer en el telediario dieron un repaso a la sequía que asola no solo a España sino a toda Europa. Incluso el Rin, vía fluvial más utilizada en Europa, ya no soporta la carga de los barcos por su bajo nivel. Y es que estar todo el día comprando cosas trae estos riesgos. A la Tierra, la pobre, la estamos esquilmando para fabricar cosas superfluas y, como el refrán de las barbas, vamos a perder la cabeza por culpa de las barbas. El otro día oía que ya hemos agotado los recursos de la Tierra del todo el año. No sé cómo calcularán eso pero hay satélites y drones que todo lo ven y ven como las minas se agotan, el algodón se agota, la lana se agota y todo se agota. Hasta que nos agotemos todos en estos tiempos apocalípticos. La gente no quiere ver pero vamos a un desastre planetario. A lo mejor eso es lo que me tiene triste, contando con esta monotonía de todos los días.
Si no quieres morir de pena, no envidies la fortuna de tu prójimo.
A veces yo envidio lo que hacen otros, cosa que no me trae más que eso, pesar al corazón. Así que procuro estar activo en lo que sea, como en este blog, para no pensar en los demás ya que los demás no piensan en mí.
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