Ya llevamos 14 días de confinamiento este sábado. Mañana domingo yo lo siento como una curva de 15 días en que, si no me equivoco, todo irá amainando. El virus está 14 días en el cuerpo. Los que primero lo padecieron, ya lo deben haber soltado. Leo y me informan de que los casos de curaciones aumentan mucho todos los días a partir de ayer o antesdeayer.
Fue una señal el hecho de que los chinos que en Majadahonda tienen una tienda de alimentación se fueron a casa y cerraron las tiendas tres o cuatro días antes de la declaración del estado de alarma. Quizás conocían. Bueno, seguro que conocían cómo estaban pasando la crisis sus compatriotas chinos y se adelantaron. Los últimos días antes de cerrar, todos estos chinos atendían con guantes y mascarillas. Sabían más que nosotros, por lo tanto.
Yo no entendía esta postura hasta el viernes cuando Sánchez anunció el decreto de alarma pero vi como un anuncio de unas personas que sabían cómo actuaba el virus y que ya tomaban medidas. Sin embargo, aquí, el domingo 8 de marzo, en España había demasiados abigarramientos de gente que nadie quiso ni supo evitar.
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