Hay una política que pide perdón a los mayores por la manera en que han sido tratados en esta crisis. La verdad es que nuestros mayores no se merecían haber muerto en esas condiciones. Recemos por ellos cada día y pensemos que ya nada se puede hacer por los mayores más que pedir perdón y rezar por ellos. No son un número sino la vergüenza de una nación que no ha sabido prever todas estas desgracias que son sus muertes en soledad.
A mí lo que no me gusta es la gestión de esta pandemia. Creo que estamos lejos de atajarla. Creo que nos tiraremos hasta mediados de mayo para acabar con ella. Yo no soy de esos que piensan que esta crisis sanitaria o pandemia nos va a transformar o vamos a ser mejores personas que no nos interese el dinero después de pasarla y nos interesen más los valores humanos o que valoremos más la cultura y esas cosas que se dicen: que la crisis es una oportunidad.
Esta pandemia es una jodienda que traerá consecuencias graves. A mí lo que me jode del todo es que hay partidos a los que les gustan estas crisis para que la gente les vote porque no hacen más que airear el sufrimiento y el dolor. El sufrimiento y el dolor hay que paliarlo, eliminarlo si podemos pero no airearlo para sacar tajada política. Son los del bocadillo fantasma, son los que te dicen constantemente que hay gente pasando hambre mientras ellos comen de lo mejor y no dan de alta a quien los ayuda. Son los que persiguen el comunismo, ese fantasma de los millones de muertos que recorrió Europa. Son los que se aprovechan del sistema y luego te dicen que el sistema falla porque los obreros ganan poco.
Pero luego está ese partido mafioso que es el PSOE, que de lo público hace puñados de amigos que les votan. Vaya mierda de izquierda tenemos en este país.
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