No es normal este calor que está haciendo si estamos en invierno todavía. En la televisión dicen que estamos a 22 grados cuando la realidad es que alcanzamos los 27 ó 28 fácilmente. Los jóvenes, de la mano de una adolescente sueca que ya ha sido nominada para el Nobel de la Paz, se manifiestan todos los viernes en huelgas pidiendo un poco de piedad para nuestro planeta. Ojalá se les haga caso a estos jóvenes, se retire el plástico de los mares, se eliminen los humos de los coches en las ciudades, se vaya más rápidamente al coche eléctrico, se eliminen las diferencias Norte-Sur, se prohíban los vertidos de residuos tecnológicos que contaminan los ríos, etc., etc., etc. Porque unos años más con estas temperaturas y el planeta se va a la mierda y los cataclismos que pueden producirse se van a notar en todo el mundo.
Una chica con un cartel decía: "ni un grado más, ni una especie menos": nos estamos cargando la vida del planeta, yo ya no veo saltamontes y otros bichos que eran usuales en el campo hace ya tiempo, los veranos son abrasadores, en mayo ya está todo seco. La verdad es que a mí me deprime ver este espectáculo un año sí y otro también aunque el año pasado sí que parece que hubo humedad y lluvias hasta junio. Ojalá no soportemos temperaturas de 30 grados en abril. Ojalá que no. Es antinatural.
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