miércoles, 27 de junio de 2018

Si uno no tiene confianza en sí mismo, la vida se vuelve dura porque en esta vida nadie es imprescindible. Cada uno vale lo que se valore él mismo, no en referencia a los demás. Más vale estar uno contento con lo que es y con lo que uno espera de sí mismo que estar esperando la aprobación de los demás, que nunca llega pues a los demás les importamos un comino. Puede haber amistades o amores muy hondos y sinceros en que los dos miembros se profesan un amor que les vale a cada uno por separado o viendo la unión de los dos pero aún en ese caso, cada uno vale por lo que vale cada uno; después de muerto, serás sustituido por otro amor y otros conocimientos y ya solo serás un recuerdo muy bonito pero un recuerdo. Por lo tanto, lo que hay que hacer es fomentar el amor propio, quererse uno mismo mucho y pensar que eres único pero porque tú mismo crees en tu unicidad, no porque te lo digan unos que están a tu alrededor pero que no sufren si estás triste o tu moral decae. Lo más importante para una persona es su consideración propia, el sentido personal de su propio yo para ir avanzando y que todo lo que uno haga tenga un valor por sí mismo, no pensando en que lo valoren otros.

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