Estoy a la espera de los resultados de mis exámenes de Psicología. Una idea que me divierte es que si me hago psicólogo a lo mejor puedo dejar de fumar aplicándome a mí mismo una terapia. O mejorar mis estados de ánimo si aprendo a observar y cambiar mis conductas y pensamientos hacia mi realidad pero para eso debo avanzar y aprobar exámenes e investigar en la Psicología a ver qué aprendo. Los días parece que mejoran y podré ir a Las Rozas sin riesgo a que me moje de un chaparrón. Ayer estuve en casa mucho tiempo y vi dos concursos con los que aprendes. Luego, por la noche, vi un programa de política y me lo pasé bien.
También ayer leí muchos blogs antiguos en los que reflejo una forma agonística de vivir la vida: muchas horas por delante sin ocupación ninguna. Me pasa lo mismo hoy en día solo que hoy me impuse hacer una carne guisada para comer.
La política de los socialistas ya va dando cuenta del despilfarro, la improvisación y el cesarismo de un Sánchez que hace las cosas sin consultar si están bien o mal, como hacía el ínclito Zp, de infeliz recuerdo.
Espero que mi vida este verano esté marcada por el estudio de unos temas que he suspendido y de otros que quizás también haya suspendido, pues creo que estos últimos exámenes me salieron mal.
Entre pitos y flautas nos estamos comiendo junio y ya llega el verano. Me lo tengo que montar bien y volver a escribir novelas que tengo empezadas y acabarlas como sea. Y dar una salida a las que ya he escrito y no se duerman en un cajón del olvido y que la gente las pueda leer. Es tarea que veo un poco complicada pero se irá haciendo con el tiempo y con una caña.
La vida te dice adiós todos los días para siempre jamás.
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