A veces, previamente hay que pasarlo mal para luego pasarlo bien. Pero hay gente que siempre lo pasa bien, no sé cómo se lo montan, será que no sufren por los demás porque si sufrieran un poquito y no lo arreglaran todo a ostias y faltando a su palabra, lo pasarían peor, qué duda cabe. La gente mentirosa y bruta lo pasa bien: unas veces mienten y otras, se comportan como les da la gana con los demás y viven de puta madre y siempre caen de pie. Pero dicen eso de que cuantas zorradas hace la zorra, las paga un día en la peletería y así creo que suele pasar con esta gente tan desconsiderada y bestia.
Y cuando las pagan todas juntas, se llevan las manos a la cabeza: si yo era muy bueno, si yo era muy bueno. Pero no se dan cuenta de que han maltratado, humillado, han faltado al respeto a casi todo el mundo, etc, etc, etc. Son tan hijos de puta que no se dan cuenta de lo que hacen, como todos los hijos de puta de este mundo.
Otros sufren el dolor de los demás, no mienten, no faltan a su palabra, si han de callar cuando los insultan, callan y solo disfrutan un tiempo de paz entre tanta guerra. Porque son buenos y les hacen putadas y nadie les pide perdón y siguen siendo buenos porque así quieren ser. Y hay veces que Dios les premia y viven bien pero enseguida, la envidia de esos otros asquerosos hijos de puta va a por ellos y no les dejan vivir en paz, que es a lo que aspiran. Porque los primeros que he descrito no conocen la paz sino la guerra y estar dando por culo continuamente y enfadarse de la envidia que les corroe el alma.
El que no tiene alma, tampoco tiene conciencia.
El que no tiene alma, tampoco tiene conciencia.
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