domingo, 14 de febrero de 2021

 Sigamos con los poetas que me entretienen mucho. El siguiente es Antonio Martínez Sarrión que fue a nacer en Albacete. Luego fue a Madrid, donde se hizo funcionario de la Administración Pública. También tiene memorias y novelas. Es de los llamados poetas novísimos y ya mete en el poema el cine, hay ausencia de puntuación, hay yuxtaposición y hay imágenes surrealistas.




                             el cine de los sábados


maravillas del cine galerías

de luz parpadeante entre silbidos

niños con sus papás que iban abajo

entre panteras un indio se esfuerza

por alcanzar los frutos más dorados

ivonne de carlo baila en scherezade

no sé si danza musulmana o tango

amor de mis quince años marilyn

ríos de la memoria tan amargos

luego la cena desabrida y fría

y los ojos ardiendo como faros.


A mí, lo que más pena me da de este poema y, por supuesto, del poeta que lo escribe, es que la cena era desabrida y fría. ¿No podría su madre hacerle una tortilla de patatas después de venir del cine? La verdad es que este poema lo podría hacer cualquiera. Es como ver una película y contarla en versos sin mayúsculas y sin puntuación: así de claro. La alusión a Marilyn es típica. Yo, a Ivonne de Carlo no la conozco, lo miraré en internet. Este poema me ha caído muy bien porque ya es moderno y se olvidan los poetas de la muerte, de la soledad y de todas esas cosas tristes. Me gusta el verso: "y los ojos ardiendo como faros". El poder del cine.

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