Estos poetas que yo comento no son muy conocidos entre la gente del común. Yo diría que son desconocidísimos. Claro, hacen unas poesías difíciles de entender, usan el surrealismo, el intimismo, la imagen novedosa, hablan de sus sentimientos de manera un tanto oscura. Los primeros poetas, los del 50, tuvieron que vivir en una dictadura y no todo estaba permitido, aunque creo que, como la poesía siempre ha sido muy minoritaria y más en ese tiempo en el que estos poetas serían tipos muy raros en su mayoría, pues no se les prestaba atención ni casi se los leía, de modo que podrían subvertir las normas impuestas por la dictadura mejor que los novelistas. Me imagino al censor delante de un poema de estos; diría: si nadie lo va a leer. Y así burlaban un poco los poetas estos a la censura. Ángel González es más conocido. Una profesora asturiana con la que coincidí en un instituto de Alcalá de Henares lo conocía y me habló de él en términos muy cariñosos. Yo tuve que comentar un poema de Claudio Rodríguez en una oposición y me gusta cómo hace poesías. Me compré un libro suyo pero es poeta difícil. Todos, en general son difíciles aun cuando usen un estilo coloquial para escribir sus poemas. Los novísimos son especialmente difíciles pues usan el culturalismo, el torcimiento del lenguaje en sus obras.
Un día vi en un reportaje la vida y obra de Carlos Edmundo de Ory. No era difícil empatizar con este señor de chalina, huésped de muchas pensiones y poeta buenísimo. Me gustó mucho el reportaje.
En fin, yo paso un rato agradable comentándolos y así no hablo de mi triste vida. Luego, rememoro algún verso bonito que sí que los tienen.
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