viernes, 24 de febrero de 2017

En el periódico, que acabo de leer, todos los periodistas hablan de jueces y de políticos. Es harto desagradable. Como si el mundo estuviera regido por los políticos exclusivamente. Y en la radio también se habla mucho de política y economía. Como si los ciudadanos estuviéramos más que nada preocupados por las estupideces que hacen y dicen los economistas y los putos políticos. Yo, hoy, estaré preocupado por cuestiones prácticas que en nada atañen a la política. Me importa una mierda la política para pasar el día. Me importan más mis seres queridos, las horas que paso escribiendo, las horas que paso con mi hermano y mis padres, la comida que preparo, etc. A mí, la política y los políticos me da igual que se mueran porque hay repuesto, infinito repuesto. Lo que no me da igual es que el día se me estropee por un cambio de humor en mis neuronas.
Pero parece que a los medios de comunicación les importa mucho lo que haga Trump y el último politicucho de mierda que anda por el Congreso. Y a mí no me importa ni Trump ni ningún politicastro que anda por ahí diciendo que todo está mal. Los que están mal son los putos políticos que solo piensan en el poder y mienten como bellacos para obtenerlo. El brexit y Trump, los temas estrellas de todo el mundo. Vaya matraca. Vaya aburrimiento. El populismo, otro rollo que nos meten a diario. Menuda pesadez.

La política, esa manera de captar la atención innecesariamente.


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