Hay en la buhardilla de mi casa del pueblo... Bueno, no es tal buhardilla, sino el hueco del tejado, ni siquiera llega a sobrado, una lechuza. La lechuza es el ave de Minerva, es el ave que marca la inteligencia y la sabiduría. Algunas noches la he visto pasar por la plaza del pueblo (mi casa del pueblo está en la plaza) y entrar por algún recoveco del tejado de mi casa. No hace ningún ruido en su vuelo por su plumaje almohadillado, pero sí se ve su estampa blanca deslizarse por el aire como señora de la noche. Un día, mi padre y yo abrimos una trampilla desde el cuarto de baño de detrás de mi casa y alumbramos con la linterna. La lechuza emitió un zumbido o bufido que indicaba peligrosidad. Allí estaba, defendiendo su territorio. Luego, empezaron a aparecer ratones por casa, en la cocina, que quizás constituyeran su alimento. Malos tiempos para la fauna de todo el mundo. Los leones no tienen territorio de caza al igual que los leopardos. He oído una historia de elefantes de China que ha abandonado su territorio hacia otro 1000 kilómetros más allá, cruzando media China. En fin, la presión demográfica del Hombre hace que los animales sufran. Para eso están los zoos, se dirá. Pero es pobre consuelo.
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